México es el único país importante del sector turismo que no tiene un plan de apoyo al sector frente a la crisis del COVID-19. ¿Por qué? Éste es uno de los misterios de la 4T. El turismo genera 8.7% del PIB y 4 millones de empleos, entre los directos y los indirectos. Consta de 454 mil pequeñas empresas y produce más divisas que el petróleo; casi tantas como las remesas. Es el mayor generador de oportunidades laborales para las mujeres en el sector privado y un factor que reduce la marginalidad en las comunidades donde trabaja.El coronavirus encontró a una actividad en condición complicada, por muchas cosas, entre ellas la inseguridad, el sargazo y la desaparición del Consejo de Promoción Turística. Este bicho lo colocó en la mayor crisis de la historia. Un botón de muestra: el aeropuerto de Cancún registró el martes la llegada de sólo cinco vuelos internacionales y seis vuelos nacionales. Esto es menos de lo que operaba en una hora, en un día normal. Se han cancelado 8 millones de asientos de avión con destino a ese lugar, afirma el gobernador Carlos Joaquín. Quintana Roo es la segunda entidad que más empleos ha perdido, sólo después de la Ciudad de México. Son 97 mil 855 empleos entre el 18 de marzo y el 5 de mayo, casi 25% del total.Lo que está pasando en Cancún y Riviera Maya le permite a Braulio Arsuaga pronosticar una caída de 46% del PIB turístico en el 2020 a escala nacional. Esta caída se explica por el COVID-19 y se agrava por la ausencia de políticas públicas de mitigación del daño o de impulso a la recuperación. “Hemos presentado muchas propuestas al gobierno federal, pero no hemos encontrado respuestas. No hemos encontrado empatía”, enfatiza Arsuaga. Él es CEO de Grupo Presidente y, además, encabeza al Consejo Nacional de Empresas Turísticas.En riesgo están grandes empresas, como las aerolíneas, pero también decenas de miles de empresas micro, pequeñas o medianas. Hay 30 mil restaurantes que ya han cerrado, dice Teresa Solís, experta en turismo de Deloitte Latam. El principal problema es de liquidez, afirma Luis Barrios, fundador de City Express y presidente de la Asociación Nacional de Cadenas de Hoteles. “Esto le pega a gigantes como son las aerolíneas, pero también a los pequeños, por ejemplo, los restaurantes y los proveedores”.Los países de referencia en el turismo a escala global están poniendo en marcha planes de apoyo para las empresas. Casi todos han creado mecanismos enfocados en subsidiar el pago de los salarios y de esa manera reducir la pérdida de empleos. Se volvió práctica común la implantación de pausas fiscales para dar un respiro a empresas que tienen que optar entre pagar impuestos o los salarios. El gobierno de Australia está garantizando ingresos a las aerolíneas para que sigan volando y varios países, de plano, están abriendo la chequera para salvar a sus aerolíneas: Estados Unidos, Singapur e India, entre otros.En México, el secretario de Turismo está en contacto permanente con los empresarios del sector. Tiene una excelente actitud, pero no tiene casi influencia en un presidente que no quiere saber nada de apoyos a empresas. “Un desafío para el sector es romper el prejuicio de que el turismo es una actividad de lujo, porque es una actividad esencial y estratégica para México”, dice Teresa Solís.¿Qué pasará? El turismo en México es un sector muy fuerte y sobrevivirá, a la larga regresará fortalecido porque tiene muchas ventajas competitivas, dice Gerardo Corona, director de GC, empresa consultora. ¿Cuáles son las ventajas competitivas de México? Situación geográfica, oferta cultural y arqueológica; ecosistema de empresarios, capital humano y cultura muy sofisticada de servicio. Son muchas cosas a favor, pero ahora viven tiempos difíciles y batallan con la indiferencia del gobierno. “Estaremos de regreso, pero debemos atravesar dos años muy complicados”, anticipa Luis Barrios. ¿Cuántas empresas llegarán al 2022?, ¿cuántos empleos?(lmgonzalez@eleconomista.com.mx)