Alberto Esquer Gutiérrez, como cualquier político que haya aspirado seriamente a ser gobernador, acaricia el sueño de ser el centro de atención, el tema de conversaciones que revisan el quehacer político. Pero lo que no estaba en sus cálculos era convertirse en la prueba de que el quiebre interno en Movimiento Ciudadanos (MC) es definitivo y con consecuencias todavía más graves después de la elección del 2 de junio.Mientras se resuelve -y será pronto- si le regresan su posición como cabeza en la fórmula naranja que compite por el Senado en Jalisco, Alberto Esquer reveló que al margen de si el Tribunal Electoral federal falla o no a su favor, él no será candidato a senador si no tiene el apoyo real del Comité Nacional del partido. El Comité, hay que precisarlo, que preside Dante Delgado Rannauro.Y aunque dicen que en política no hay coincidencias, coincidentemente el caso Esquer se detonó justo al mismo tiempo que se publicó una nueva entrevista del gobernador Enrique Alfaro (ahora con el diario El País) en la que hace hincapié en la caída de MC, un partido político que ya no puede ser una “opción nacional” porque su principal discusión es si mantendrá el registro como partido político nacional después de las elecciones de este año.Enrique Alfaro subrayó que no ha intercambiado con Dante Delgado “ni media palabra” y que no ha tenido contacto con él en meses. Fiel a su propio estilo, el gobernador jalisciense prometió que la novela política del quiebre definitivo de MC todavía tiene varios capítulos para publicarse, y que él hablará sobre lo que ocurrió después que hayan pasado las elecciones, particularmente la Presidencia, de la que se puede prever con toda seguridad que el candidato presidencial Jorge Álvarez Máynez será casi un nombre accidental en las boletas electorales. Su propia agenda pública, sus mensajes y sus comentarios, son apenas una anotación al margen de lo que hacen las candidatas presidenciales Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez. Así de paupérrimo es su desempeño.El candidato a la gubernatura, Pablo Lemus Navarro, ha sido consecuente durante los 26 días de su campaña. Sí ha coincidido con Álvarez Máynez en un par de ocasiones y si no lo defiende abiertamente, también ha tenido cuidado de no hacerlo a un lado. Cuando sus contrincantes lo han atacado por el distanciamiento discursivo con el candidato presidencial, Lemus ha revirado señalando a Claudia Delgadillo por los errores de la 4T y Andrés Manuel López Obrador, y a Laura Haro le ha echado en cara la alianza entre PAN, PRI y PRD (sin hablar negativamente de Xóchitl Gálvez Ruiz).En síntesis: ha sido un ejercicio malabarístico que hasta el momento no le ha cobrado factura.Pero tanto en las declaraciones de Enrique Alfaro como en las revelaciones de Alberto Esquer y el desempeño del candidato a gobernador, se puede leer con toda claridad que el rompimiento es definitivo.Por cierto, el mismo Lemus aprovecha sus apariciones públicas para subrayar que no es militante de Movimiento Ciudadano y en las tres elecciones que ha competido (dos en Zapopan y una en Guadalajara), fue candidato externo de este partido.Movimiento Ciudadano, al menos en Jalisco, está en el ánimo de ganar la gubernatura y las principales alcaldías metropolitanas. Obvio, también pretenden mantener la mayoría de los distritos para integrar el Congreso del Estado. Y asunto muy aparte, es lo que pueda suceder con la elección de diputaciones federales y los tres escaños que le corresponden a Jalisco en el Senado de la República.Y en este punto volvemos a Alberto Esquer. Está preparando su futuro político desligado del Comité Nacional de MC. Desligado de la cúpula que controla Dante Delgado.No parece que por más que lo proclame, Enrique Alfaro vaya a alejarse de la vida pública de Jalisco, sobre todo si los naranjas mantienen la gubernatura y los gobiernos municipales más importantes.Es tan profundo el rompimiento que puede afirmarse que Movimiento Ciudadano, su cúpula nacional, ya perdió Jalisco.jonasn80@gmail.com / @JonasJAL