“López Obrador le falla a México”, “Enamorado de malas ideas”, “Pemex es un lastre para la recuperación”, “México sigue sumido en una crisis de derechos humanos”. Sólo algunos ejemplos de los encabezados que, en las últimas semanas, han dedicado medios internacionales al gobierno del presidente López Obrador.Sus decisiones en materia económica, sobre todo energética, y la actitud política de un gobierno que se muestra cada día más intolerante frente a la libertad de expresión, más autoritario ante el juego democrático y más cerrado a la vigilancia internacional sobre los derechos humanos en el país, ya son materia de atención de la prensa de otras naciones. Para el presidente López Obrador esto empieza a significar el fin de un periodo en el que pudo operar su proyecto como más le gusta: como si México estuviera aislado del mundo y nadie tuviera interés en (o derecho a) opinar sobre sus decisiones.El diario Financial Times, la agencia Bloomberg, y las revistas The Economist, Forbes, Global Trade Magazine y Natural Gas Intelligence dedicaron artículos a la profunda caída de la economía mexicana y a lo poco que ayudarán a una recuperación las políticas del gobierno mexicano de apostar todo a un Pemex convertido en lastre, y a la intención de dificultar cada vez más la participación de empresas internacionales en el sector de energía, con una agenda que califican de nacionalista, motivada políticamente. Los diarios The Guardian, USA Today, Los Angeles Times y otros han puesto el ojo en las recientes declaraciones del presidente de México de que Estados Unidos no tiene por qué opinar sobre derechos humanos en México, a su apoyo abierto a un candidato acusado de violación, Félix Salgado Macedonio, y a su intimidación creciente contra periodistas, organizaciones no gubernamentales y el árbitro electoral, el INE.Cómo se comportará frente a esa vigilancia el gobierno de nuestro país dependerá mucho del resultado de la elección intermedia de junio próximo. Podría jugar a la conspiración extranjera, el complot, el enemigo antimexicano y convertirse en un régimen cerrado, a la defensiva y hostil, o aceptar que México es un país inserto en la globalización, firmante de un tratado de libre comercio de Norteamérica y jugador destacado el concierto de naciones democráticas y abiertas. Ojalá opte por lo segundo.SACIAMORBOSGolpe a Napito: la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje dio su fallo sobre el pleito legal que desde hace más de quince años acarrea el hoy senador consentido de Morena, Napoleón Gómez Urrutia. Ese fallo le puede salir carísimo política y económicamente. El laudo obliga al Sindicato Minero y al senador Gómez Urrutia (como obligado solidario), a pagar 54 millones de dólares que eran de los trabajadores de la mina de Cananea, y que “desaparecieron” de un fideicomiso. Según el expediente 498/2007, la empresa Grupo México demostró que transfirió los 54 millones de dólares, pero el Sindicato no ha podido demostrar que ese dinero llegó a los trabajadores mineros. ¿Quién se quedó entonces con la lana? Parece que “Napito” tendrá que ponerse a vender propiedades (que le sobran) en México y Canadá, o quizá tenga que rematar los autos de lujo y la colección de armas de sus hijos. Lo bueno es que está respaldado: el presidente ha decidido tender sobre él un manto de impunidad y dar al multimillonario líder sindical la categoría de perseguido político del pasado.