Hace unos años, se levantó una fuerte ola de profecías y vaticinios acerca del fin del mundo.Sin duda mucha gente se recuerda y como ya han pasado casi siete años, es por eso que cunde la violencia, porque es tal vez que dicen: “prometieron que el mundo se acabaría, pero como no se ha acabado, ahora mismo nosotros lo acabamos…Y lamentablemente nos toca presenciar olas de violencia por todos los ámbitos de nuestro planeta: Y que incendios en el Amazonas, España, Perú, y Chile… y no se diga México… Culiacán, Michoacán, Jalisco, Colima y…Tanto que ya no sabemos qué pasará con nuestro hermoso país, si los mismos mexicanos se empeñan en destruirlo.Por ejemplo hablando de Michoacán tendríamos que preguntar a dónde se fueron las “palomas mensajeras” de que presumían o si es que las mataron. Orgullosamente los paisanos de esa región cantaban:“deténganse en su vuelo, si van al paraíso, sobre él volando están” ahora que si no las exterminaron, sin duda huyeron, porque aquellos lugares ciertamente tan hermosos eran un paraíso, hoy se asemejan más a un infierno en caricatura.Y no es para tomarlo a broma, ni para echarlo en saco roto: si queremos seguir cantando: “México lindo y querido” o “Guadalajara, Guadalajara…” y también otras muchísimas hermosas canciones como: “Atotonilco tú cielo, tiene belleza tranquila”; “Arandas, Arandas…” o “Vamos a Tepa…”Y tantas y tantas más que elogian la belleza y bondad de cada estado y de diferentes lugares que relatan la hermosura que Dios nos ha dado como país.Lo que verdaderamente tenemos para reflexionar es que a todos y a cada uno nos toca colaborar para que este nuestro terruño sea verdaderamente hermoso y vivible.Que no es válido anteponer intereses personales o grupales sea por ambición, o por venganzas, por contras o por partidismo, que al final de cuentas todos saldríamos perjudicados.Y de estos conflictos llevamos ya largos años de historia y por más que lo hemos comprobado, que nos lo siguen explicando y que le pedimos a Dios, no caemos en la cuenta que todos y cada uno tenemos que colaborar y poner nuestro pequeño % para que pueda realizarse la paz, la convivencia la alegría verdadera, y en resumidas cuentas la felicidad que Dios quiere darnos.Porque en resumidas cuentas lo único que Dios quiere para los seres humanos es que seamos felices, por eso nos lo ha dado todo, todo, incluyendo la libertad, que es la que más utilizamos para sabotear el plan de Dios y perjudicarnos nosotros mismos.Incluso cuando naturaleza se rebela a veces con furia desmedida, no tenemos que culpar a Dios que la hizo, porque Él le dio leyes precisas, pero no le dio libertad. En cambio nosotros la hemos agredido en tal forma que sus parámetros se salen de cauce.En conclusión: nuestro mundo no se va a acabar así como así, ni nos lo vamos a acabar tan fácilmente, la lucha va a ser dura, pero no tenemos derecho a dejarles esto a las próximas generaciones…Así pues, sigamos orando para pedir la paz, y adjunto el buen juicio. Para que así podamos seguir cantando…