La primera piedra de una gran obra siempre es un acto simbólico y necesariamente político. El arranque de las obras de la Línea 4 en Tlajomulco no es la excepción, pero también encierra lo que denomino un “misterio gozoso” en torno al financiamiento y tiempos de ejecución.¿En qué momento pasamos de una obra de casi 14 mil millones de pesos a ejecutarse en cinco años… a una obra de 9 mil millones y menos de dos años para terminarla? Hasta ahora, nadie conoce el Proyecto Ejecutivo de esta obra abaratada y exprés.El Gobierno estatal sólo ha informado que se realizó una “simplificación del diseño y acceso a las estaciones” para disminuir costos. También sabemos que eliminaron ocho de los 10 pasos a desnivel que requerían una inversión de 334 millones de pesos. ¿De dónde salieron los casi 5 mil millones de pesos de ahorro?El estudio de factibilidad de la Línea 4 consultable en la Cartera de Inversiones de Hacienda (que por cierto costó 135 millones), fija una inversión de casi 14 mil millones con un calendario de obras a cinco años y que debió comenzar hace dos.El Gobierno estatal nos debe una explicación detallada de cómo identificaron, cuantificaron y valoraron los costos de esta “nueva” Línea 4 porque nada sería más riesgoso que iniciar obras sin un plan de inversión.El propio Manuel Gómez Parra, director de Infraestructura Ferroviaria de la SCT, dejó entrever esta condición al calificar como un “reto técnico” el realizar la obra “en un plazo tan corto”: el primer trimestre de 2024, antes de la elección. Es decir, el proyecto obedece más bien a los tiempos personales e intereses políticos del gobernador. Eso conlleva riesgos. Basta voltear a ver la obra de la Línea 12 en la CDMX.A esto se suma otra incógnita: el mecanismo de financiamiento. Cinco mil millones saldrán de inversión privada, dos mil millones del Gobierno federal y otros dos mil del Gobierno estatal.Todavía quedan muchas dudas sobre el modelo de inversión privada. Por si fuera poco, el dinero del Gobierno federal se basa en una carta compromiso de AMLO sin valor legal. Asimismo, los riesgos de un nuevo crédito estatal son inminentes en un estado con un nivel de deuda histórica acumulada en esta gestión.Es indudable el valor social de una obra como la Línea 4, con sus 20 kilómetros, ocho estaciones y 106 mil viajes diarios. Por el bien de los jaliscienses, ojalá tengan claros los escenarios sin prisas ni calenturas políticas.Sin embargo, esta Línea 4, un tercio más barata que el costo original y realizada a menos de la mitad del tiempo proyectado, ¿está blindada de sobrecostos, demoras y deficiencias?Planteado así, la Línea 4 que arrancó este domingo con 300 millones de pesos es más bien acto de fe que puede catalogarse como un “misterio gozoso” porque ignoramos de dónde salió tal eficiencia para su ejecución.Por lo pronto, toda la clase política en el poder ya se retrató frente al tótem que simboliza la colocación de la primera piedra de muchas que quedan en el camino.