Sábado, 30 de Noviembre 2024

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El líder quiere cambiar la historia combinando palabras y fuerza militar

Por: Luis Ernesto Salomón

El líder quiere cambiar la historia combinando palabras y fuerza militar

El líder quiere cambiar la historia combinando palabras y fuerza militar

El líder quiere cambiar la historia combinando palabras y fuerza militar. El pasado mes de julio Vladimir Putin el presidente de la Federación Rusa publicó un texto “Sobre la unidad histórica de rusos y ucranianos” en donde argumenta que rusos, ucranianos y bielorrusos son descendientes de la antigua Rus, que compartían una lengua, el ruso antiguo, cultura y economía y, que por ende, hoy son un sólo pueblo.

Algo así como alegar que los latinoamericanos somos también una sola nación y que la independencia resulta artificial. Sigue diciendo que la independencia de aquella nación niega su pasado, para afirmar que Ucrania sólo puede ser soberana en asociación con Rusia. El texto es una justificación de las acciones militares que han llevado a reunir más de cien mil soldados rusos en su frontera, encendiendo las alarmas de la seguridad militar en Europa y Estados Unidos.

El contenido de este texto ahora se presenta como la justificación de una guerra, que hasta ahora es de nervios, pero puede convertirse en una conflagración que afectaría a todo el mundo. Saber si Putin está dispuesto realmente a llegar a invadir militarmente Ucrania es un misterio, pero es claro que tiene una narrativa poderosamente nacionalista hacia el interior de su país, mientras las condiciones de debilidad de Biden y las divisiones en Europa le presentan la oportunidad de plantear el derecho a “influir” en Ucrania para convertirla en un estado asociado a Rusia, como expresamente lo manifiesta su escrito: “Paso a paso, Ucrania fue arrastrada a un peligroso juego geopolítico destinado a convertir a Ucrania en una barrera entre Europa y Rusia, un trampolín contra Rusia.

Inevitablemente, llegó un momento en que el concepto de “Ucrania no es Rusia” dejó de ser una opción. Era necesario el concepto “antirruso”, que nunca aceptaremos.” Y sigue: “Pero el hecho es que la situación actual en Ucrania es completamente diferente, porque implica un cambio de identidad forzado. Y lo más despreciable es que a los rusos de Ucrania se les obliga no sólo a negar sus raíces, las generaciones de sus antepasados, sino también a creer que Rusia es su enemigo. No sería exagerado decir que el camino de la asimilación forzada, la formación de un estado ucraniano étnicamente puro, agresivo hacia Rusia, es comparable en sus consecuencias al uso de armas de destrucción masiva contra nosotros. Como resultado de una división tan dura y artificial de rusos y ucranianos, el pueblo ruso en su totalidad puede disminuir en cientos de miles o incluso millones”. Por otra parte, el gobierno de Ucrania pugna por una mayor relación con Europa, y su élites sueñan con su incorporación a la Unión Europea, y a la OTAN, lo que resulta inadmisible para Putin.

La tensión entre las partes va en aumento, mientras Vladimir Putin parece estar cada vez más dispuesto a asumir riesgos geopolíticos y hacer valer sus exigencias de la gran nación eslava con una amenaza de enfrentamiento en una franja de Europa que va desde el Mar Báltico hasta el Mar Negro. El gobierno ruso ha optado por el camino del nacionalismo que defiende su identidad y justifica la militarización.
Al mismo tiempo sabe de la dependencia que Europa tiene del gas ruso y hace valer su peso, razón por la cual los estadounidenses se involucran para asegurar vías alternas en caso de cortes en el suministro. Estados Unidos parece prepararse para imponer sanciones económicas de gran escala en caso de una agresión a Ucrania, pero esa historia ya la conocen los rusos luego de la evasión a Crimea en 2014. Putin juega a tirar el gobierno de Ucrania para propiciar esa asociación con Rusia e impedir a toda costa su incorporación a la OTAN. Ese es el gran tema, dado que la incorporación de Ucrania a la OTAN es vista por Putin como una pérdida de territorio de la gran Rusia que pregona.

La crisis que se vive en el Este de Europa puede causar daños enormes y propiciar una escalada militar que polarizan aún más las tensiones entre China, quién ya dejó ver su inclinación por respetar el punto de vista ruso, y los Estados Unidos. Aunque pareciera un conflicto lejano, sus consecuencias pueden ser enormes: para Biden está en juego la elección intermedia, Igual que para Macron en Francia, el papel de Turquía se convierte en crítico  mientras la agitación económica y militar, puede traer consecuencias económicas y financieras para naciones como México.

luisernestosalomon@gmail.com

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