Tabasco es el primer lugar nacional en crecimiento económico, desde el cuarto trimestre de 2019 hasta el primer trimestre del 2023. En ese periodo, la Entidad ha crecido 24.3%, en gran medida impulsado por la inversión pública que se ha hecho para construir la refinería de Dos Bocas. La forma más clara de ver ese impacto es la estadística de empleo. Entre febrero del 2020 y junio del 2023, Tabasco generó 71 mil 456 empleos formales. De los cuales, 46 mil, alrededor de 66% corresponden a la industria de la construcción. La inmensa mayoría de ellos están vinculados a la construcción de la refinería.La tabla es elaborada por Rodrigo Rosales, editor de El Economista. Tabasco no había sido líder nacional en crecimiento económico en todo el siglo XXI. Con este dato y a riesgo de sobreponderar los factores económicos, podemos entender por qué esa Entidad es donde el Presidente López Obrador tiene la más alta aprobación, según la encuesta de Mitofsky, 74%, 15 puntos por encima del promedio nacional.No todos los lugares donde se están construyendo las obras emblemáticas del sexenio han tenido el desempeño de Tabasco. El Estado de México ha crecido apenas 1.8% entre finales de 2019 y principios de 2023. El Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles no parece haber tenido gran impacto en el PIB de esa Entidad. Tampoco se notan los esfuerzos por concluir esa historia sin fin que es el Tren que algún día comunicará la Ciudad de México y Toluca.¿Por qué Tabasco sí y el Edomex, no? Una de las cosas que hay que tomar en cuenta es el tamaño de las economías estatales. El PIB de Tabasco es de 502 mil millones de pesos. El del Estado de México es 1.6 billones de pesos, se trata de la segunda Entidad que más aporta al PIB nacional, sólo después de la CDMX. En una economía más chica, se nota más la inyección de recursos de una obra grande.Una de las paradojas de la forma en que se mide el PIB es que Tabasco ha sido el gran beneficiario de que Dos Bocas no haya terminado a tiempo y traiga el presupuesto desbordado. Si hubiera costado los ocho mil millones de dólares originales y hubiera concluido en 2022, como habían prometido… el efecto de la construcción de la refinería ya hubiera terminado. Los gastos van en 16 mil millones de dólares y no hay fecha clara de conclusión, tampoco presupuesto final. Lo que es malo para las finanzas públicas, en este caso beneficia a Tabasco. La gran duda es ¿cuál será el impacto de la refinería una vez que esté funcionando?, ¿de qué tamaño será la derrama económica en la Entidad?Hablemos del Tren Maya. Toca varios Estados y es muy complicado elaborar una fotografía precisa del impacto que tiene su construcción en el PIB de la región (dejo fuera las polémicas por daño ambiental. Estoy consciente de que una verdadera medición del impacto de una obra debe descontar todo lo que se pierde en riqueza medioambiental).Este tren pasa por Tabasco, Chiapas, Campeche, Yucatán y Quintana Roo. La inversión inicial prevista era de 156 mil millones de pesos. Las nuevas estimaciones van en 373 mil millones de pesos, alrededor de 2.4 veces más del costo original. A Campeche, no le ha impactado casi nada. Su PIB es 14.4% inferior de lo que era en 2019. Es el Estado que más abajo está respecto a su nivel prepandemia. El único de la ruta del Tren Maya que registra crecimiento negativo del 2019 a la fecha. En el otro extremo, tenemos a Quintana Roo, que tiene un crecimiento del PIB de 7.8% desde el trimestre anterior a la pandemia. Más que la construcción del Tren, la evolución del producto estatal se explica por la reactivación del sector turismo. Un caso interesante es Chiapas, que está 6.7% arriba del nivel que tenía a fines de 2019. Un factor a considerar en este caso son las remesas. Pasaron de 500 millones en el primer semestre del 2019 a dos mil millones en el mismo periodo del 2023. Es una de las Entidades en las que están creciendo más los ingresos por transferencias del exterior. De Tabasco, ya hablamos.lmgonzalez@eleconomista.com.mx