Domingo, 24 de Noviembre 2024

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El dilema moreno en Guadalajara

Por: Jonathan Lomelí

El dilema moreno en Guadalajara

El dilema moreno en Guadalajara

Cada día que pasa Morena desperdicia la oportunidad de posicionar a su candidato o candidata para Guadalajara, la perla de la corona en 2024.

La Perla Tapatía tiene una relevancia particular. 

En el largo plazo, el próximo alcalde o alcaldesa tapatía es un perfil natural para la gubernatura en 2030 gracias a la reelección. En el corto plazo, un buen perfil cataliza el binomio gubernatura-alcaldía, clave si la contienda se cierra. 

Morena baraja varios perfiles. Los más visibles son un cartucho quemado, una incipiente diputada plurinominal, una regidora ex priista y un rector que como dice una cosa dice otra. Veamos. 

“Chema” Martínez: ex panista que al perder la candidatura a gobernador descubrió su amor por Guadalajara. En mi columna “¿Quién es ‘Chema’ Martínez?”, intenté explicar por qué este perfil es quizá el último guardián de la Caja de Pandora que la clase política panista se encargó de atiborrar de corrupción e infortunios (¿alguien quiere abrirla?).  

María Padilla: joven diputada plurinominal, alteña y ex encargada de Bienestar en esa región; cercana a Carlos Lomelí. En precampaña se ha mostrado más competente para aterrizar un discurso opositor aunque tarde (como legisladora carburó hasta el final). En la falta de experiencia radica su principal desventaja.

Mariana Fernández: regidora tapatía con amplia experiencia (fue diputada local a los 21 años). Hace dos años era priista. Trabajó en la gestión de Aristóteles Sandoval como vocera de su campaña y luego como presidenta del Instituto Jalisciense de las Mujeres. Conoce a Claudia Delgadillo, pues ambas patearon la misma cuna tricolor. En 2015 perdió la diputación federal por el Distrito 8 frente a Verónica Delgadillo en la misma elección que Ricardo Villanueva perdió la alcaldía tapatía frente a Enrique Alfaro. 

El rector Villanueva es un caso sui generis. La lógica apuntaba a que, una vez conseguido el presupuesto constitucional para la UdeG, dejaría cualquier aspiración electoral. ¿Por qué levantó la mano? ¿Por qué Alfaro se lo permite? O deberíamos decir: ¿Porque Alfaro se lo permite? ¿O sólo ejerce presión adicional hasta que se materialice la promesa del mandatario? Me cuesta trabajo encontrar la lógica detrás o el acuerdo debajo. 

Villanueva es el más competitivo para Guadalajara. En enero anunciará si decide postularse. 

Si Morena elige a su candidato por encuesta -todo indica que así será- ganaría Villanueva; en ese escenario, la paridad con una candidata mujer podría descartarse. Si Villanueva rechaza aparecer en la boleta, el más competitivo sería “Chema” Martínez; allí el partido usaría la paridad para frenarlo (Sheinbaum, dicen, ve con irresistible antipatía al ex albiazul). Las variables aún son muchas y la indefinición terminará hasta el próximo año. El tres de enero acaban las precampañas y el 12 de febrero es la fecha límite para que los partidos registren a sus candidatos a munícipes. La liga morena aún se puede estirar.

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