Para el momento que usted esté leyendo esta reflexión, seguramente ya sabremos quién fue el ganador del Premio Nobel de Paz 2022. Y esto viene relacionado a que esta semana uno de los que estaban nominados –de manera polémica porque su país está envuelto en un conflicto bélico–, Volodímir Zelensky, presidente de Ucrania; y Andrés Manuel López Obrador (AMLO), Presidente de México, a la distancia –sin hacerlo directamente– se enviaron mensajes subliminales o hablaron uno del otro.El primero en hablar del otro fue el mandatario mexicano, quien el miércoles desde el “púlpito” de Palacio Nacional se mostró sorprendido, indignado e hizo un extrañamiento al Parlamento Europeo por la nominación de Zelensky para el Premio Nobel de la Paz. “Con todo respeto, el Parlamento Europeo proponiendo como candidato al Nobel de la Paz, al presidente de Ucrania… como uno de los actores en el conflicto de guerra va a recibir el Nobel de la Paz”. Y se preguntó, “¿qué no hay otros que luchan por la paz? Ah, y por supuesto, hasta lanzó sus “corcholatas”, proponiendo al Papa Francisco y al secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), António Guterres, para recibir el premio por la paz.Es obvio que López Obrador se pensó merecedor y acreedor a la nominación –que esperaba ser nominado o por lo menos mencionado por alguien, que nunca sucedió– cuando recientemente habló del conflicto en Ucrania y dijo: “Está el mundo para acordar entre todos los pueblos, entre las naciones, una tregua cuando menos cinco años para enfrentar la crisis que afecta a los pueblos, una tregua que cese la guerra, la confrontación, las provocaciones, que las cosas queden como están una vez que se detengan los enfrentamientos, en especial la guerra de Rusia y Ucrania”.Y el segundo en enviar un mensaje subliminal fue Zelensky a nuestro mandatario, quien al hablar el miércoles –en un video pregrabado– durante la apertura en Lima, Perú, de la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), instó a la región a condenar la invasión de su país y se hizo las siguientes preguntas: “Leo las páginas de la historia del continente americano y preguntó, ¿de qué lado estaría Simón Bolívar en esta guerra que Rusia desató en Ucrania? ¿A quién apoyaría San Martín? ¿Con quién simpatizaba Miguel Hidalgo? Creo que no ayudarían a un país que está saqueando un país más chico como colonizador”.Sobre este último mensaje, el ex presidente Felipe Calderón escribió en Twitter: “Qué pena que con nuestra propia historia, con toda la razón, el presidente Zelensky esté dando este tipo de lecciones a quienes no entienden”. A buen entendedor, pocas palabras, dice el refrán.Al final, los dos mandatarios “dialogaron” y se refirieron subliminalmente a la distancia, uno para concientizar de la agresión de que son objeto y el otro para exponer sus frustraciones personales.¿Usted, qué opina? Daniel Rodríguezdaniel.rodriguez@dbhub.net
