Adolfo Reyes Heroles, escritor y político mexicano, usó este concepto para referirse a la faceta que poseemos los mexicanos en nuestro colectivo, como una fuerza vital y de enorme energía que bien nos puede llevar a mantener las tradiciones, la creatividad, la innovación y la fiesta; como también puede surgir como algo intenso y desafiante hacia las estructuras del poder y convertirse en conductas violentas.Es un profundo mecanismo que fomenta los cambios, o las revoluciones, la defensa de nuestra patria o la emigración al sueño americano.Por momentos parece domesticada y sin amenaza de explotar, tal y como algunos lo relacionan con el volcán Popocatépetl, que echa fumarolas y esporádicas explosiones; pero que en cualquier momento puede manifestar todo su poder.A su vez, Alan Ridin, en su libro escrito en 1985, “México Bárbaro”, estudia la violencia y la inestabilidad en México en la década de los 80. Especialmente critica los métodos represivos que utilizaba el PRI para mantenerse en el poder y hacer valer la corrupción, dejar la pobreza y la violencia.En aquellos años hubo un México turbulento, agitado, al borde de diversas explosiones sociales, como en su momento fue el EZLN o el EPR (Ejército Zapatista y el Popular Revolucionario, respectivamente).La situación ha sido complicada en México; en cualquier momento se puede despertar el México bronco y bárbaro y volvernos a enfrascar en guerras civiles, como fue en tiempos de la Reforma, la Revolución Mexicana o la denominada Guerra Cristera.A pesar de que muchos analistas descartan una nueva posible guerra civil en México, los ingredientes se están acomodando para que el enfrentamiento, la rebeldía y la insurrección puedan manifestarse de nuevo. Algunos señalan que el actual gobierno le ha echado mucha leña al fuego y está poniendo en riesgo la estabilidad, por sobre todo, calentando siempre los ánimos con los grupos opositores y provocando que aumente el enojo y la discordia.Por otro lado, sí estamos viviendo un país de violencia, entre grupos con múltiples intereses, unos legales y económicos y otros de plano totalmente ilegales.Ciertamente, hay muchos factores en juego y zonas del país al borde de la intolerancia y la determinación de linchar a los enemigos del pueblo y desobedecer las leyes.Al menos nos queda claro que los actuales opositores al gobierno actual hacen sus manifestaciones de inconformidad sin asomo de violencia y en tonos de paz; pero eso no necesariamente estará todo el tiempo vigente, pues si le siguen apretando el cogote al México bárbaro, bien puede reaparecer el pueblo bronco y bélico, que sí estará dispuesto a todo con tal de defender al México en el que creen.Tal y como reza el Himno Nacional: “Un soldado en cada hijo te dio”.