Hace exactamente un año cerrábamos el 2020 vestidos de incertidumbre.Era muy difícil.El virus estaba pegando con todo, aumentaba el número de casos y de conocidos nuestros que se contagiaban y que además la pasaban mal por complicaciones respiratorias, no había lugar en los hospitales, escaseaba el oxígeno y varios no la libraron como mi primo Manuel o nuestro guardia en la radio Guillermo.Las escuelas habían cerrado desde hacía varios meses, se cancelaron los eventos públicos, numerosos negocios habían tronado y la actividad comercial trataba de sobrevivir en medio del temor y el caos e incluso la indiferencia (por no decir “valemadrismo”) de no pocas personas.Se escuchaba hablar de que en algún lugar del planeta ya había vacunas pero aquello parecía una prerrogativa exclusiva para países ricos.Algo muy lejano.En lo personal vimos disminuidos de manera importante nuestros ingresos personales, abandonamos un empleo que parecía para toda la vida y no podíamos seguir con nuestras conferencias sobre el WiFi Emocional precisamente en el momento en que más prometían porque las dos últimas antes del cierre de eventos públicos habían sido en la División de Estudios Continuos del TEC de Monterrey, ante más de mil personas, y en el penal de Puente Grande ante más de mil internos.Dos conferencias que para nuestro gusto habían sido casi apoteósicas.Y así empezamos este año.Y vaya que han cambiado las cosas.Si bien no cantamos victoria porque siguen las dudas sobre qué va a a pasar con la variante del Ómicron en México, hoy el número de contagios es mucho menos que hace un año, las víctimas mortales son menos, y la mayoría de nosotros ya estamos vacunados (en lo personal incluso con refuerzo) lo que ha permitido volver y reiniciar muchas de nuestras actividades no sin dejar de cuidarnos.Es justo reconocer tanto al Gobierno federal como estatal por la cruzada para vacunarnos a todos los mexicanos sin tintes partidistas ni políticos; todo lo ineficientes que han sido para resolver las tareas básicas de seguridad y combate a la pobreza lo fueron para comprar vacunas y vacunarnos.En otro tiempos, quizás (y es especulación pura) cuando se le hubiese pedido a un presidente que comprara vacunas y las aplicará hubiese respondido: ¿Y yo porqué?En lo personal pudimos afinar y fortalecer nuestro proyecto periodístico en radio y en estas páginas, tener el privilegio de volver a hacer televisión nacional, y poco a poco regresar a las conferencias.¡Ya impartimos dos presenciales!Se han fortalecido ideas ya convertidas en proyecto como la de ver a la Zona Metropolitana como La Gran Guadalajara y promover moverla en beneficio de todos sus habitantes para lo que hemos contado con extraordinarios socios y aliados que día con día aumentan.Pudimos abrir una clínica muy humana para atender a personas con problemas en el consumo de alcohol, y el proyecto también avanza.Pero de que ha sido un año especial vaya que lo ha sido.Hasta Cruz Azul y Atlas fueron Campeones.Pero lo mejor de todo es que seguimos vivos, y muy agradecidos de poder compartir estas líneas con usted.Que venga el 2022.platapi@hotmail.com
