Haciendo a un lado el “oso” mañanero en el que incurrió el miércoles pasado la censora oficial de la 4T, Ana Elizabeth García Vilchis, encargada de la patética sección “Quién es quién en las mentiras”, desde donde se fustiga a medios y periodistas incómodos, cuando dijo que según la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH 2022) que dio a conocer la semana pasada el Instituto Nacional de Geografía, Estadística e Informática (Inegi), el ingreso promedio de las familias mexicanas había subido gracias al Gobierno de Andrés Manuel López Obrador a “63 mil pesos mensuales” (sic), lo cierto es que lo revelado en este estudio son buenas noticias para el país y por ende para el autollamado Gobierno de la cuarta transformación. De entrada habrá que aclarar que ese dato se refería al ingreso trimestral, por lo que lo correcto es que la medición arrojó que al mes las familias mexicanas ingresan a su economía una media de 21 mil pesos mensuales. Pero lo más importante de este ingreso, que significa un aumento del 19.9 por ciento en relación al 2018, es que donde más impactó es en el 10 por ciento de la población ubicada en el decil más bajo de percepción, con lo que se consiguió una reducción en la brecha de desigualdad en el país. Más aún porque la ENIGH refleja un comportamiento progresivo donde el ingreso creció más en las familias que menos tienen y conforme el poder adquisitivo era más elevado, el incremento fue menor.La Encuesta revela otro acierto más en cuanto a la dimensión regional del ingreso, al ubicar en 20 por ciento su crecimiento en los estados del sur-sureste del país (Chiapas, Guerrero, Oaxaca y Veracruz), que reflejan el impacto positivo que han tenido en esta zona de mayor pobreza en el país, los incrementos al salario mínimo, la obras emblemáticas de la 4T como el Tren Maya y el Corredor Transístmico, y los programas sociales a favor del adultos mayores y los del impulso al empleo como el de Sembrando Vida que ha empujado el Gobierno lópezobradorista.Este logro de la 4T que honra la narrativa presidencial de que “por el bien de México, primero los pobres” ha sido eclipsado por la polarización política que siempre es la prioridad en la mañanera. Pero sin duda sería muy rentable electoralmente hacer hincapié en que por primera vez un Gobierno atendió los diagnósticos de expertos que habían demostrado que el combate a la desigualdad de oportunidades en México pasaba por atender a la población del sur del país, donde aún falta mucho por avanzar en temas de salud y educación, para seguir acortando la brecha de desigualdad.jbarrera4r@gmail.com
