Dentro de su célebre libro “Más allá del bien y del mal” Friedrich Nietzsche presenta una frase que me ha dado mucho en qué pensar: “Quien con monstruos lucha cuide de no convertirse a su vez en monstruo. Cuando miras largo tiempo a un abismo, también éste mira dentro de ti”. Esta frase sin duda es una de las más célebres y complejas del nihilista, ya que puede ser interpretada en múltiples formas y puede cambiar nuestro entendimiento del orden social.En un primer momento, al leer esta frase podríamos entender que en ocasiones resulta imposible involucrarse para cambiar una situación sin ser arrastrado hacia usar los mismos métodos. Se podría entender de la misma manera que para luchar contra un monstruo tú mismo te tienes que convertir en uno. A lo largo de la historia podemos encontrar numerosos ejemplos, tales como el de la revolución rusa. Cansados del descontento social y de la política opresora, los bolcheviques encabezados por Vladímir Lenin obtuvieron el control del país, usando para ello campañas de asesinatos y detenciones para silenciar a sus enemigos políticos. En este caso, cambiaron el régimen opresor, pero a su vez se convirtieron en “monstruos”, según el concepto de Nietzsche para lograrlo.Podríamos aterrizar lo anterior a lo que ocurre con la política actual. Para lograr un cambio real un político honesto debe sumergirse en el sistema, cuidando en todo momento no convertirse en un “monstruo” más. Bajo esta tesitura, nos convertimos en aquello a lo que le dedicamos nuestro tiempo, ya sea para bien o para mal.Otra interpretación interesante que se le puede hacer a la frase parte del título propio del libro, “Más allá del bien y del mal”. Lo podemos entender bajo la óptica de los conceptos que nos han sido impuestos por el lenguaje a través de los años. Si nos detenemos a analizarlo, muchos de nuestros pensamientos son manipulados por el lenguaje que hemos heredado, específicamente los conceptos del bien y del mal. Si nos quitamos la idea de estos conceptos por completo, ¿bajo qué argumento podemos juzgar nuestras acciones? Esto nos haría caer al abismo del relativismo. Este abismo nos obligaría a confiar en nuestra intuición y esencia, por lo cual dependiendo de la persona que seamos el abismo nos puede convertir en un monstruo o a su vez nos puede librar.Las anteriores son las dos interpretaciones que le doy a esta frase que sin duda ha tenido un gran impacto en mi entendimiento de la vida. La primera, a nivel colectivo y la segunda a nivel personal. Es una frase que refuerza los principios que debemos tener al caminar por la vida y nos recuerda la importancia de cuestionar todo.
