Con un retraso de casi un mes, finalmente el Presidente Andrés Manuel López Obrador volvió a Temacapulín para resolver la crisis política que desató desde su inicio hace casi década y media la construcción de la Presa El Zapotillo.Pero lo que hay que decir es que resuelta la principal demanda de los pobladores de Temacapulín, Acasico y Palmarejo de que no se inunden sus pueblos que desactiva el principal motivo de desencuentro con las autoridades, lo que se pospone es cubrir la meta de que llegue a Guadalajara más agua y que fue el objetivo original para invertir en esta multimillonaria obra.Fue claro que la medalla se la llevó el Presidente al haber regresado a la postura de respaldar a los pobladores y atender sus demandas como lo prometió inicialmente el primer titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Víctor Toledo, quien en una visita al poblado de Temacapulín a fines de julio del 2019, declaró que había “una multitud de argumentos” que mostraban “la inviabilidad” de la Presa El Zapotillo. AMLO no sólo flexibilizó la propuesta que les hizo el 14 de agosto el titular de la Comisión Nacional del Agua (CNA) Germán Martínez Santoyo, en el sentido de que la presa podría quedar a 80 metros, para no inundar los tres pueblos, y que sólo fuera para dotar de líquido a la Zona Metropolitana de Guadalajara y Los Altos, pero ya no para la ciudad de León, Guanajuato, al aceptar aunque la cortina quede a esa altura, en la presa el almacenamiento de agua no supere los 42 metros, sino que también les prometió que se habilitaría un vertedor que asegure que aún con fuertes tormentas la presa no se inunde más allá de los acordado.En contraste, el villano fue el gobernador Enrique Alfaro, quien fue abucheado en el evento en el que el Presidente pidió respetar al mandatario estatal. No sólo porque desaprobó la solución tomada y más allá de que se quitó el collar de flores que le dieron los pobladores como señal de bienvenida, a Alfaro los pobladores de estas tres comunidades lo que parecen no perdonarle es haber promovido la presa a más de 100 metros cuando como candidato se dijo también opositor a la construcción de El Zapotillo.Habrá que ver si ahora sí en un mes regresa el Presidente ahora con su gabinete completo, como anunció, y explica cuántos recursos habrá para hacer la infraestructura que se necesita para que una vez concluida la presa se pueda traer a Guadalajara, entre otras el sistema de bombeo de El Purgatorio y los acueductos para llevar el agua a las presas de El Salto y la Presa Calderón.Sólo así sabremos el Zapotillo versión 4T resuelve en algo la falta de agua en Guadalajara o esa faraónica obra se queda sólo para los usuarios de Los Altos y nos obliga a buscar soluciones más sustentables para conseguir el agua que indudablemente falta en los hogares más pobres de la metrópoli.jbarrera4r@gmail.com