Hoy les describiré esta bebida espirituosa de Japón, su Whisky, que poco a poco ha ido ocupando un buen lugar en el consumo mundial de bebidas alcohólicas. En 1870 inició la elaboración de whisky en Japón de forma rudimentaria; y en 1924, con la fundación de la Destileria Yamasaky (hoy “Beam Suntory” y que a la fecha es el tercer conglomerado mundial más grande de bebidas alcohólicas), comenzó formalmente la elaboración de esta bebida, gracias al farmacéutico Shinjiro Torii: “Padre del whisky japonés”, quien junto con Taketsuru Masataka llevan adelante dicho proyecto. Torii ya se dedicaba a importar vinos portugueses, y de ahí vino su interés en el proyecto; por su parte, Masataka, quien había estado en Glasgow Escocia y habiendo estudiado, aprendió los secretos de esta bebida con los mejores destiladores de whisky de Escocia. Desgraciadamente debido al amor que encontró en la escocesa Rita Cowan toman la decisión de regresar a Japón, ya que la familia de Rita se oponía a esa unión, y ahí inició esta historia de éxito. Poco a poco fue creciendo esta industria, aunque de forma muy local, y no estaba muy reglamentada. Los japoneses iniciaron adquiriendo, además de materia prima, whisky escocés y haciendo mezclas (blends), además de experimentar con diversos tipos de barricas; al tiempo Masataka se separó de Torii y fundó su destilería hoy llamada Nikka. Lo que finalmente detonó el gran éxito de esta industria fue la regulación de esta bebida, estandarizando procesos, pero sobre todo la gran aportación mundial fue el hecho de que varias marcas japonesas fueron nombradas como las mejores; incluso, por encima de las escocesas, por el afamado critico Bill Murray (“La biblia del Whisky”) en los años de 2003 y siguientes, esto detonó el consumo mundial al grado de que los inventarios de whisky se agotaron y debido a eso el suministro de esta bebida se vio afectado, además de que su precio se fue al cielo. En nuestro país apenas se volvió a encontrar aunque sólo whiskys sin edad declarada (NAS), o sea son más jóvenes, aunque sí tienen en su mezcla algo de whiskys de 12 o más años.La costumbre de los japoneses es tomarlo con agua o soda por lo que se elabora para que aflore su sabor con esas características, teniendo notas florales, frutales, miel de durazno; es extremadamente equilibrado, fácil de tomar, y combina perfecto en varios cocteles.Las diferencias con Escocia: Japón casi no usa la turba en el malteado de la cebada; mientras que el agua de Japón es de fuentes vírgenes o muy puras. Además, la cebada en Japón proviene de Escocia, y las destilerías escocesas usan de toda Europa. Finalmente, las destilerías japonesas están a mayor altura, provocando más aromas.Las marcas fáciles de encontrar en México son: “Hibiki” por un precio de $1,800 y “Toki” a un precio de $800.