El último gran evento de automóviles en México se llamó SIAG, Salón Internacional del Automóvil de Guadalajara. En él la marca protagonista fue Nissan Mexicana, que vivía una especie de época dorada, con el español José Muñoz al frente de la empresa, un hombre que la llevó a tener nada menos que 27.6% de participación de mercado nacional. Para ello fue fundamental la llegada del auto que fue lanzado en las instalaciones de Expo Guadalajara, el Versa. Era un sedán subcompacto, con un generoso espacio trasero y una muy eficiente plataforma que con 20% menos de partes, ayudaba a su constructor a no solo ahorrar en costos de producción, sino a dictar cuánto debería costar un auto en ese segmento. Si alguien bajaba o frenaba los precios, Nissan hacía lo mismo con el Versa y mantenía su liderazgo. Fue también el primer auto en su categoría en ofrecer doble bolsa de aire y frenos ABS en todas sus versiones. Ocho años más tarde y sin haber operado ningún cambio significativo en el modelo, el Versa 2020 llegará para de nuevo volverse referencia.Mientras convivieron Versa y Tiida, muchos se cuestionaron sobre cuál sería el sustituto del casi eterno Tsuru, un auto que se transformó en consentido del público mexicano y vivió por casi 30 años. Cuando en 2017 se dejó de producir el Tiida, quedó claro que le tocaría al Versa la nada simple tarea de ser el nuevo taxi de México.Seguridad ejemplar, aunque no siempreEl Versa asumió su papel y se volvió el nuevo consentido, ocupando con frecuencia el primer lugar de ventas en el país. Como auto popular, el coche seguía cumpliendo, pero de la parte media hacia arriba muchos de sus rivales lo rebasaron al ofrecer equipo como seis bolsas de aire y control electrónico de estabilidad en todas sus versiones. El Kia Rio fue el pionero en ese aspecto.Ahora con el modelo 2020 el Versa lo vuelve a hacer. Desde las versiones básicas tendrá seis bolsas de aire. En la más equipada irá más allá que todos no solo en su segmento, ofrecerá cosas que ningún auto del segmento inmediatamente superior proporciona al público mexicano como frenado automático de emergencia delantero y trasero con detección de peatones; alerta de tráfico cruzado; alerta de cambio involuntario de carril y de punto ciego; cámara de 360 grados y hasta un recordatorio para objetos olvidados en la segunda fila de asientos. Con precios entre 240 mil y 322 mil pesos, pasará a ser la referencia en su clase, el coche que todos tendrán que imitar si quieren competir.Pero, hay que estar atentos a dos detalles muy importantes. El primero es que Nissan mantendrá el viejo Versa, sin que sepamos hasta cuándo, repitiendo lo que pasó con el Tsuru en el pasado, que se mantuvo ante el arribo del Sentra (el Tsuru era, de hecho, la primera y a la fecha la mejor generación del Sentra). Esto creó problemas para la imagen de la marca que hasta hoy encuentra dificultades para vender los más rentables productos de gama alta, estigmatizada como fabricante de autos y pickups populares. Mantener el viejo Versa es ceder a la tentación de agarrar el efectivo que puede conseguir hoy, consciente del riesgo que representa para el futuro.La otra tentación en la que no puede caer Nissan mexicana es “desnudar” la nueva generación del Versa para hacerla más barata de producir, quitando equipo como barras de protección lateral, algo oculto a la vista pero fundamental para proteger a los ocupantes. Porque si el Versa 2020 hoy repite de forma positiva lo que su antecesor hizo en 2011, podría hacerlo también de forma negativa en el futuro, dañando la imagen de la marca y del producto y privando al consumidor de un coche que tiene todo para ser no sólo líder, sino el parámetro ante el cual los rivales tendrán que mirar. Y con absoluto merecimiento.