Con nueve votos a favor y dos en contra de las ministras incondicionales de Andrés Manuel López Obrador, Yasmín Esquivel Mossa y Loreta Ortiz Ahlf, el pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) sepultó el “Plan B” con el que el Presidente intentó a fines de la año pasado capturar al Instituto Nacional Electoral (INE), luego de que no logró la mayoría calificada para hacer una reforma constitucional que hubiera puesto en riesgo la autonomía e independencia del árbitro electoral.Al invalidarse ayer la segunda parte del “Plan B” electoral por todas las violaciones al proceso legislativo que se cometieron en su aprobación fast-track por parte de la bancada morenista y sus aliados en el Senado de la República en febrero pasado, se conjuró el riesgo del desmantelamiento del INE que perseguía la 4T, con el claro afán de restarle capacidades de operación y hacerse de un órgano electoral debilitado y a modo.Habrá que recordar que entre otras cosas, el llamado “Plan B” contemplaba reducir 85 por ciento el servicio profesional del INE, bajar el número de vocalías, consejos distritales, la quita de prestaciones y la anuencia de nombrar representantes de partido de última hora.Por su carácter regresivo y atentatorio contra los avances que en materia democrática se han logrado en el país luego de muchos años de lucha contra los tiempos autoritarios del PRI a los que AMLO y Morena parecían querer volver, el “Plan B” fue combatido desde el primer momento con toda una lluvia de amparos interpuestos por los partidos de oposición, el INE, diputados y senadores opositores, ayuntamientos y por ciudadanos en general inconformes con esa nueva Ley, ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) y ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), que ayer finalmente surtieron efecto.Además de que se preservó la institucionalidad y estructura del INE, con su fallo de ayer la Corte volvió a mandar señales positivas al país, ya que la mayoría de las y los ministros resistieron de nueva cuenta toda la presión que ejerció el Poder Ejecutivo para que no se lograran los 8 votos necesarios para rechazar el “Plan B”.Como era de esperarse, el Presidente despotricó nuevamente contra la Corte y los acusó de invadir competencias del Poder Legislativo. Volvió a amenazar con su Plan C, consistente en volver a enviar en septiembre del 2024, antes de concluir su sexenio, una reforma constitucional similar a la del año pasado, confiado en que Morena y sus aliados lograrán la mayoría calificada en las elecciones del próximo año.Lo cierto es que para que eso suceda, los votantes tendrán la última palabra.jbarrera4r@gmail.com
