El Movimiento MAGA (Make America Great Again -Hacer que Estados Unidos vuelva a ser grande-) surgió en la campaña política del 2016 cuando Donald Trump llegó a la presidencia. Fue el grito de guerra de los partidarios del expresidente, que hasta la fecha se ha mantenido y que es el lema insignia en su carrera por llegar nuevamente a la Casa Blanca. En las raíces del movimiento MAGA se funda bajo la creencia de que Estados Unidos alguna vez fue un gran país, pero que ha perdido ese estatus debido a la influencia extranjera, tanto dentro de sus fronteras, a través de la inmigración y el multiculturalismo, y sin ella, con la globalización y la integración de muchas economías nacionales.Y es precisamente la migración uno de los tema más importantes de la campana de Trump, quien esta semana estará en la frontera con México, en un intento por desviar la enorme atención que Kamala Harris tendrá en estos días, cuando en la Convención Nacional Demócrata en Chicago reciba oficialmente la nominación y todos los reflectores estarán sobre ella. Un “talón de Aquiles” de la vicepresidenta es sin duda el asunto migratorio, cuando la decisión de Joe Biden de designarla Zar de la Frontera al principio de la administración para resolver el problema migratorio, se quedó corta en las expectativas. Y ahí es donde Trump -quien maneja el tema de la migración como base de su repertorio político- ha atacado indiscriminadamente a Harris.Sin embargo, la obsesión de Trump por preocuparse demasiado en las últimas semanas en ataques personales y sobre el origen étnico de Kamala, lo han colocado en una situación desfavorable y riesgosa. Los mismos republicanos han llamado la atención al expresidente, como sucedió el domingo en el programa Meet The Press de la cadena NBC, donde el influyente senador de Carolina del Sur, Lindsey Graham, dijo que Trump debería concentrarse en la política, que es la clave de la Casa Blanca. “El presidente Trump puede ganar ganar esta elección; sus políticas son buenas, pero... Donald Trump, el provocador, el showman, puede que no gane estas elecciones”. En los mismo términos hizo referencia la semana pasada Nikki Haley, ex gobernadora de Carolina del Sur y ex embajadora ante la ONU, en una entrevista con Fox News, quien le mandó decir a Trump que “La campaña no se va a ganar hablando del tamaño de la multitud -refiriéndose a la presunción de que el exmandatario reúne a más gente en sus mítines políticos- No va a ganar hablando de si mismo, es tonto. El pueblo es inteligente, hay que trátelos como si fueran inteligentes... la campaña debe centrarse en asuntos importantes. Es una elección que se puede ganar, pero hay que concentrarse”.Y las recomendaciones a Trump por parte de muchos republicanos llegan cuando las encuestas de opinión demuestran que desde la llegada de Kamala a la contienda, la preferencia ciudadana empieza a colocar a la vicepresidenta arriba del ex presidente hasta con cuatro puntos porcentuales en estados claves. Así que el MAGA de Trump se ha encontrado con “La Maga” de Kamala, quien como con una “varita mágica” le ha cambiado el rumbo a la contienda, cuando todo hacía suponer que todo estaba decidido.¿Usted, qué opina? Daniel Rodríguezdaniel.rodriguez@dbhub.net