Hoy que se juzgan los hechos históricos con premisas del presente. Hoy que se tiran estatuas para levantar esculturas que tratan de reivindicar a los pueblos originarios. Hoy que se cambia el nombre de las calles para reconquistar el discurso. Hoy que se despiertan heridas y se abren cicatrices. Hoy que los matices no encuentran eco. Hoy, nos toca gritar por nuestra independencia. Gritar por lo que seguimos aspirando. Por un México justo, libre, en paz y democrático.El Grito del 15 de septiembre nos remonta a una imagen de Palacio Nacional a través de la televisión, a una serie de “vivas” entonadas por la figura presidencial, campanas, fuegos artificiales, fiestas y música.Pero la pregunta es ¿si el país está para bailes, mariachis y celebraciones? O si el grito de López Obrador nos recuerda “El Grito” de Edvard Munch. La desesperación de la sociedad moderna que se siente desamparada, inundada, sin trabajo y migrando lejos de aquí.México parece ser ese lienzo pintado de angustia, sumergido en un sentimiento de ansiedad. Un país cansado y enfermo. Una sociedad que no quiere niños héroes envueltos en una bandera por abandono, por la falta de medicamentos, de vacunas o huérfanos por la violencia.Un lienzo con el zócalo aparentemente vacío. Un balcón con Andrés Manuel levantando la voz. Un mensaje que será escuchado en millones de hogares que creen en su discurso y gritarán fuerte. Un grito donde los que creen en México se pondrán de pie. Donde los que no se sienten representados callarán y donde los que reclaman sus muertos le darán la espalda.A un costado, la catedral y el templo mayor escucharán el grito solitario del presidente. Sin críticas, sin aplausos, sin adversarios. Solamente su voz. La plaza estará en silencio, pero no estará vacía. Porque los miles de fallecidos durante la pandemia la llenarán de cantos enterrados hasta que amanezca.Al día siguiente 15 mil integrantes de las fuerzas armadas marcharán por las principales calles del centro de la ciudad de México. Disciplinados. Con la cara en alto. Respaldados por el presidente y por los miles de millones de presupuesto asignado. Una pincelada más del óleo verde que recorre el país. ¿Cómo serán recordados los 15 de septiembre de López Obrador? ¿Será su movimiento la obra maestra que esperaba el país? ¿Pasará a la historia como un atormentado?O la cuarta transformación será recordada como el mismo Edvard Munch escribió a lápiz sobre el lienzo del Grito: “Solo pudo haber sido pintado por un hombre loco”.@JoseiRasso