Se marchitó la margarita; Zavala no aguantó más y decidió dejar la carrera por la Presidencia de la República después de varias semanas de caída consecutiva de su intención de voto en las encuestas de opinión. Es cierto, Margarita Zavala estaba al parejo de López Obrador hace dos años, cuando no había candidatos oficiales ni procesos electorales, pero claramente no basta con la voluntad y la buena imagen. Zavala no logró convencer a su partido de su candidatura (o se le atravesó Anaya, como quiera leerlo cada quién) y nunca pudo articular un discurso propio, diferenciado y distanciado de Felipe Calderón, lo que la fue desdibujando.La salida de Margarita va a calentar la elección, de eso no hay duda pues sus seguidores tendrán que optar por una opción distinta y eso va a cerrar los números. Ponga cada quien la distancia que quiera en las encuestas, seis, 10 o 20 puntos, los que sean, y los que quiera para Margarita, tres, cuatro o seis; a partir de mañana los números son otros y la elección está más cerrada de lo que estaba ayer. De acuerdo con la encuesta de GEA-ISA al preguntarle a los votantes de cada uno de los candidatos si estarían dispuestos a cambiar de opción los más propicios eran justamente los de Zavala: tres de cada cuatro dijeron que podría cambiar. Margarita lo sabía y por lo tanto seguir en la carrera sólo significaría perder más votos.¿Se van con Anaya esos cuatro puntos que de acuerdo con Oraculus, la encuesta de encuestas, deja Margarita? No en automático, pero lo más probable es que sí. Cuando Margarita lanzó su candidatura independiente en noviembre, antes de que hubiera candidato del Frente tenía 12% de la intención de voto; cuando apareció Anaya en escena se le fue a la mitad y ha seguido bajando consistentemente conforme se acerca el momento de las definiciones. La mayoría del voto de Zavala venía del PAN y comenzaba a regresar. Habrá algunos panistas, los muy enojados, los muy calderonistas, que quizá opten por Meade, pero serán los menos, y uno que otro, el radical independiente, caerá en la buchaca de “El Bronco”.El momento de la decisión también llama la atención; lo hace justo antes del segundo debate y cuando ya está claro quién es el segundo lugar. Es un movimiento de voto útil contra López Obrador lo que provocará que el debate tenga un ingrediente extra pues veremos a un Anaya anímicamente fortalecido. Es difícil saber a estas alturas si la decisión de Margarita cambia el rumbo de la elección, de lo que no hay duda es que movió las aguas y calentó una elección que, por más que algunos quieran cerrarla ya, se sigue moviendo.(diego.petersen@informador.com.mx)