Una de las canciones más sensatas que sonaban fuerte en el siglo pasado, porque ahora, en esta actualidad, que esperábamos tan maravillosa, vamos paso a paso, avanzando por nuestro hermoso y soñado Siglo XXI, y cada día nos especializamos más en culpar a los demás. Nada nuevo, ya en otras ocasiones lo he comentado.Simplemente lo de ayer, una consulta tan paradójica, porque ya sabemos que desde que el mundo es mundo, el pez más grande se come al chico, y que reyes y gobernantes no hacen su chamba precisamente gratis.Ahora bien, reflexionando, reflexionando, llegué a ciertas conclusiones simples que históricamente nos pueden iluminar: Jesús dijo un día, y a lo mejor lo dijo muchas veces: hace ya más de 2000 años: “el que esté libre de culpa, tire la primera piedra…” y ciertamente en los mandamientos hay normas que no por trasnochadas son menos válidas.Por ejemplo, sabemos de sobra que “Dios siempre perdona, que la naturaleza nunca perdona las agresiones que le hacemos; y que los seres humanos ‘a veces’ perdonamos…”Y mirando eso de los “mandamientos”, por ejemplo el 7º, que dice: “no robar”, sin duda también tiene posibilidad de perdón, pero siempre está y estará implícita la condicional de la restitución.Y el que Dios o los demás nos perdonen, depende también de que nosotros sepamos perdonar de corazón.Por eso, cuando me digas que eso de los mandamientos es ya muy antiguo, te diré que sí, que tienes razón, pero no desde el pueblo de Israel. Es mucho más antiguo de lo que creemos, porque ya las civilizaciones pasadas tenían muy claros y estrictos códigos de conducta.Y en el presente, aunque haya quienes afirmen que eso ha pasado de moda, también puede ser que tengan razón.Hay personas a quienes ya no obligan los diez mandamientos.Son precisamente aquellas que cumplen el único gran mandamiento del amor como lo enseñó Cristo Jesús.Porque a los que nada más olímpicamente ignoran los tradicionales 10 y los quebrantan, esos sin duda tendrán que dar cuenta.Por ejemplo: el 5º Mandamiento prohíbe matar… y hay muchas formas de hacerlo: En términos claros podríamos formas mencionar que no es tan sólo quitar la vida, hay formas más actuales de matar: como destruir la ilusión de una persona, quitarle la alegría, robarle la inocencia, cerrarle caminos de superación.Y sin mentira, lo sabes o lo has visto: hay muchas personas que ves caminando por la calle, pero lo más íntimo de su ser, llámese alma o corazón, está en agonía o definitivamente muerto.Y todo esto que te digo, por evidente se calla, ya que simplemente en el día de ayer, con eso de la Consulta, la pelotita de “la culpa” va y viene. Y se culpa al INE porque uno de los muchachos que contrataron, estaba aturdido, o por otros que no sabían ni qué hacer, ni para dónde voltear en casos inéditos como el presente.Así como los “culpables” de la pandemia, a quienes ni conocimos, y a los que ni quisimos creerles, mucho menos hacerles caso.En fin, vuelvo al mismo rollo: si cada uno tomáramos en las propias manos nuestra responsabilidad, sin esperar que los otros hagan nuestra parte, y sin echar la culpa a otros de todo aquello que “soy yo” el único responsable y el verdadero culpable.Porque ya no creo que haya en la actualidad alguien tan noble que pueda cantar como antaño: “Échame a mí la culpa de lo que pasa…” porque yo también era co-responsable, y no hice lo que debía en el momento apropiado.