Tomando en cuenta que la creación de esa asociación civil -El Camino de Mexico- obviamente va encaminada a la formación de un partido político, porque se van a celebrar asambleas en todo el país -como lo requiere el INE para iniciar el proceso- y que se da sin desafiliarse del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), a pesar de que está prohibido por los estatutos del partido guinda, las ‘intenciones’ de Marcelo Ebrard se ven extrañas y hasta sospechosas.En su presentación de ayer ante sus seguidores, el ex canciller dijo que su intención no es crear un nuevo partido político”(?), pero eso sí, recorrerá “por lo menos 20 entidades o 200 distritos electorales” -como lo señala el Instituto Nacional Electoral (INE) como uno de los requisitos mínimos”-. Y en su mensaje de anuncio de esa asociación civil fue muy claro al señalar que “Vamos a organizar a partir de hoy, a nivel nacional, la fuerza que representamos. Nosotros tenemos un pensamiento y tenemos que salir adelante y quien quiera venir con nosotros y caminar con nosotros que vengan, y quien no, también les damos las gracias y seguimos adelante. Que nadie se desanime, estas cosas toman tiempo y hay que luchar y vamos a seguir luchando, a nosotros no nos van a doblar nunca”.En el inciso ‘g’ del Capítulo 3 de los Estatutos de Morena se lee muy claramente los lineamientos que deben seguir los miembros del partido: “La afiliación será individual, personal, libre, pacífica y voluntaria, sin corporativismos de ninguna índole; sin que se permitan facciones, corrientes o grupos que vulneren la soberanía del partido”. Y ayer Ebrard reafirmó que no rompería con Morena. ¿Entonces, quién le está permitiendo seguir en Morena, crear una asociación independiente, como una corriente política o facción dentro del mismo partido?. No se ve extraño, se ve sospechoso.Si la intención, como es obvio, es crear un partido político -además de hacer tiempo para esperar respuesta de sus impugnaciones o saber que pasa en Movimiento Ciudadano, donde pudiera tener la opción de ‘colarse’- que no podrá operar sino hasta enero del 2025 -durante el primer mes del año siguiente a la elección presidencial, según dijo los reglamentos del INE- y se permanece dentro del partido en el poder, eso solo crea aún más confusión. Si Ebrard no es parte de un complot dirigido desde Palacio Nacional, a estas horas Ebrard debería estar desafiliado, corrido, desacreditado y expulsado de Morena. Pero si permanece con una asociación civil en proceso de formación y continúa criticando los procesos de selección del candidato presidencial, como se dijera ayer en el anuncio -por parte de la senadora Malú Micher- , “Tenemos la convicción de que las cosas se hicieron mal y que no se puede ir así sin que se sancione o se reciba una sola respuesta de parte de la Comisión -que revisa el proceso a petición de Ebrard-; antes que nada dignidad, conciencia, lealtad y convicciones”, entonces si podemos pensar que se trata de una maniobra muy bien orquestada por parte del inquilino de Palacio Nacional. Por lo pronto, cuando Ebrard muchos nos imaginábamos que estaba ‘deshojando la margarita’, lo único que provoca es que “ni picha, ni cacha, ni deja batear".¿Usted, qué opina? Daniel Rodríguezdaniel.rodriguez@dbhub.net