En el 2019 la actriz y también cineasta brasileña Petra Costa estrenó en el Festival de Sundance su documental “The edge of democracy” que en español sería algo así como el límite o el borde de la democracia. En él -y la historia se cuenta sola- nos muestra los años previos a que Jair Bolsonaro tomase el cargo como presidente de aquel extraordinario país que es Brasil.El escándalo de Lula en la cárcel por asuntos de corrupción y la gestión de Dilma Rousseff son los protagonistas junto con la historia personal y familiar de Costa tejidos de manera oportuna y finísima. Al tiempo que vi aquel maravilloso documental, veía con mucha atención la serie también brasileña “El mecanismo” que pareciera que lo único de ficción que tiene es una historia de amor que se enmarca en el escándalo de corrupción multimillonario de Odebrecht.Ambas producciones son la fiel fotografía de una sociedad emproblemada y compleja como la brasileña. Hace meses que en mi cabeza dan vuelta ambas apuestas que he recomendado no sólo por ser bien hechas sino porque encuentro muchísimas similitudes con algunos escándalos políticos en México.La labor periodística por un lado que busca como un sabueso desenmascarar el cinismo, la injusticia, la falta de rigor en un proceso judicial y la labor artística por el otro que retrata de manera ordenada un proceso social, son fundamentales para contarnos nuestra historia en el mundo cinematográfico que puede ser una clarísima herramienta visual. Hay quienes todavía se molestan porque las series mexicanas en los últimos años hablan del narco e incluso he escuchado llamarlas vulgares. La realidad mexicana es así y el trabajo de un artista es solo abrir desde su creatividad e ingenio los ojos del público que en teoría está dispuesto a hacerlo.En México convivimos con criminales confesos en restaurantes de manteles finísimos y no nos ofende el cinismo de ellos porque no sabemos quién esté arriba de tal o cual escándalo. En México nunca se sabe quién la paga y quién la hizo de verdad. En lo personal y con el paso del tiempo el género documental lo considero indispensable como recurso tanto fílmico como histórico. Quisiera decir solamente que estaré pendiente de ver como el caso Lozoya es llevado al cine y a las series que en unos años me harán comprender mejor la dura historia de este país.argeliagf@informador.com.mx • @argelinapanyvina