Nadie negaría que sea diferente saber que estar al día es un principio aplicable al colectivo de las personas que nacen o adquieren algún tipo de discapacidad, física o mental. Su mundo ha vivido y vive entre sombras, entre apoyos ocasionales, todo motivado por una falta de cultura al respecto. En su concepción más elemental sabemos que cultura es el estudio de todos los aspectos de una sociedad, su lenguaje, conocimientos, leyes, costumbres, en fin. Partiendo de esta definición podemos asegurar que la cultura de la discapacidad es materia desconocida para el grueso de la población. Nuestra disposición hacia la solidaridad es un asunto de todos los días prometido, todos los días olvidado. No se niegan los avances ni mucho menos los esfuerzos de parte de ciertos sectores tanto oficiales como del sector privado que se han venido realizando desde hace tres o cuatro décadas, cada vez con mayor conocimiento de causa y con personal más profesional.Por tal motivo es de reconocer el programa implementado por la Policía Municipal de Guadalajara que consiste en preparar a personas con discapacidad, en este primer abordaje personas ciegas, que promueven la INCLUSIÓN, no solo de forma directa con la ciudadanía, sino además estas mismas personas están preparadas para dar cursos de capacitación a estudiantes desde primaria hasta preparatoria, así como a diferentes centros laborales.La discriminación en pleno siglo XXI es injustificable y hasta vergonzosa, es un hecho que existen localidades en el interior del país, pequeñas y medianas poblaciones en las que la discapacidad vive envuelta entre mentiras y supercherías que confunden y agreden a estos olvidados colectivos.Así como la sociedad civil y el gobierno en todos sus niveles hacen esfuerzos por “culturizar” a la ciudadanía con programas comprobadamente efectivos, válidos para las grandes urbes, asimismo estos programas deben ser extendidos a las poblaciones, medianas y pequeñas del interior del Estado.No exagero al afirmar que en el tema de la discapacidad, la misericordia es más importante que la justicia, es alto el porcentaje de ciudadanos que no da, que no entrega, que no se compromete, el desdén de pocos son las heridas de muchos.Se siguen dando casos en los que apoyos precarios y efímeros se hacen sin tomar en cuenta la dignidad humana de las personas. El abandono de estos colectivos tiene como raíz la ausencia de cultura al respecto, se les desprecia como si ser persona con discapacidad entrañara una diferencia, una dificultad alarmante para la colectividad, no perdamos de vista que se les debe de atender y tomarles en cuenta sin perder su individualidad, de lo contrario se les haría víctimas de la “cosificación”. Ya lo hemos afirmado, hoy lo volvemos a repetir: el tótem de la discapacidad es la cultura de la inclusión.En tanto el uno se hace dos y el dos tres, felicitar a la Policía Municipal de Guadalajara por los programas de información y promoción que llevan a cabo, continuar creciendo es el reto.