La postulación de Xóchitl Gálvez para buscar la candidatura a la Presidencia de la República por la Alianza PAN-PRI-PRD ha levantado una insospechada emoción entre los simpatizantes de la oposición. De forma aparentemente orgánica (y digo aparentemente, porque detrás de esta candidatura hay muchos meses de trabajo y planeación), las redes sociales de la senadora se volvieron un boom. Su biografía fue vista y compartida por millones de mexicanos que vieron en ella una alternativa a la continuidad de Morena y distinta a las burocracias y nomenclaturas de los partidos. Está lejos, muy lejos de haber ganado algo, pero tiene algo que no trae ningún otro posible candidato de la oposición y probablemente más que cualquiera de las “corcholatas”: emoción social.La pregunta es si Gálvez puede ganar la elección interna tal como la plantearon los dirigentes de los partidos. En las encuestas hay poca duda de que superará al resto de los contendientes. Como no manifestó nunca su deseo por competir por la Presidencia de la República, sino a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, tampoco fue medida en relación a los otros candidatos a ese puesto. La primera encuesta se publicó ayer en El Financiero y salió empatada con Santiago Creel con 11 por ciento de las preferencias, seguida por Lilly Téllez con diez por ciento. Detrás los priistas Enrique de la Madrid y Claudia Ruiz Massieu. La margarita se irá deshojando poco a poco, como ya comenzó con Téllez, en cada una de las etapas y al final quedarán sólo Creel, Gálvez y alguno de los priistas, muy probablemente Enrique de la MadridLo debilidad de Xóchitl Gálvez está en las famosas firmas de adhesión que conformarán el padrón con derecho a voto el 3 de septiembre. No hay duda de que ella conseguirá de sobra las 150 mil firmas, la pregunta es cuántas va a tener Santiago Creel. Si las burocracias y estructuras del PAN y PRI se movilizan y logran juntas cerca del millón de electores, no hay manera de que no sean ellas quienes decidan, y lo más probable es que lo hagan por el artífice político de la Alianza: Creel. Para lograr la candidatura, Gálvez necesita no sólo ganar los debates y luego la encuesta por goliza, sino que haya cinco o seis candidatos que vayan más o menos por la libre, como Romero Hicks, de Hoyos, Gurría, Guajardo y Ruiz Massieu, para que se logre un padrón de electores equilibrado.La primera batalla de Xóchitl Gálvez es contra los dinosaurios y las burocracias partidistas. Si libra esa, que no será nada fácil, saldrá entrenada para hacer frente el obradorismo.diego.petersen@informador.com.mx