A David Brading. In memoriam“Un verdadero hombre nunca habla mal de López Obrador”, reza la camiseta negra que, acompañada de la imagen de una calavera con capucha de cuya boca sale una especie de lengua de fuego, se hizo viral en redes sociales. Algunos seguidores de López Obrador festejaron la frase y la asumieron como propia. Sus detractores pusieron el grito en el cielo, por lo que ellos interpretaron que se trataba de la imagen de la Santa Muerte. La frase no podía ser más machista y festejarla sólo demuestra que, tratándose del líder, los borregos son capaces de cualquier cosa, incluso de presentarse en redes sociales como absolutos machos. Testosterona mata neurona. “Los hombres de verdad” no piensan, sólo acatan, perece ser el mensaje detrás de la camiseta que promueven estos agoreros de una transformación sin grietas. El macho alfa no acepta que los machitos de medio pelo lo cuestionen y los machitos parecen ser más felices obedeciendo. Del lado de los opositores la inteligencia no está mejor, pues no faltó quien afirmara que lo único que probaba la camiseta en cuestión era el vínculo entre el Presidente López Obrador y el crimen organizado. Estos opositores, que por lo demás suelen creerse moralmente superiores, son incapaces de entender cualquier operación más compleja que la tabla del uno. Confundir cualquier calavera con la Santa Muerte es una tontería, y asociar en automático a la Santa Muerte con el narco es, como todo prejuicio, fruto de la ignorancia. El problema no es la camiseta, sino querer hacer de cualquier insignificancia un acto de propaganda. Un diseño machista y mal logrado como éste no hubiera salido del barrio que la produjo de no ser por los agoreros de una y otra postura. Este es un perfecto ejemplo de cómo en las sociedades confrontadas se pierden los matices. Sólo existen el blanco y el negro; mi blanco y tu negro. Toda radicalización idiotiza y lo hace por una sencilla razón: quien deja de escuchar deja de dudar, y quien deja de dudar deja de pensar. Hay que salirnos de la trampa y el ruido que genera la confrontación antes de que sea demasiado tarde, antes de que el odio y el fanatismo nos lleven por un camino sin retorno.Nota al margen. Murió en Cambridge el entrañable historiador David Brading, inglés por los cuatro costados y enamorado de México. Brading fue uno de los más importantes estudiosos de la colonia y del siglo XIX mexicano. Textos como Orbe indiano; de la monarquía católica a la república criolla 1492.1867; Los orígenes del nacionalismo mexicano; La virgen de Guadalupe, imagen y tradición o Mito y profecía en la historia de México son textos fundamentales para entender nuestra historia y nuestra identidad. Descanse en paz.diego.petersen@informador.com.mx