El rector de la Universidad de Guadalajara, Ricardo Villanueva, el “Richard”, como él mismo se autonombró en la campaña a la presidencia municipal de Guadalajara en 2015, tiene en vilo a la Universidad de Guadalajara, a Morena, a Hagamos e incluso a MC porque, como en la canción de Rubén Blades, no ha decidido qué hacer. O ya decidió, y sólo está tomándose su tiempo.Las señales son encontradas. Por un lado, en Morena afirman que el acuerdo para integrar a Hagamos a la alianza y cederle Guadalajara es porque Villanueva será el candidato, como lo hicieron con Kumamoto y Futuro en Zapopan. Dicho de manera simple y descarnada: Hagamos no vale lo mismo con Villanueva que con otro candidato. Si les ceden la joya de la corona es porque el candidato les va a levantar la votación. Hagamos como partido no pesa; Ricardo Villanueva como personaje de la política local, sí. En las encuestas internas de Morena quien tiene más probabilidades de triunfo es el rector.Por el otro lado, vemos al rector Villanueva tomando las primeras decisiones importantes en la estructura universitaria tras la muerte de Raúl Padilla. El primero fue la toma de control del puesto de abogado general de la Universidad con el nombramiento de uno de sus más cercanos, el ex magistrado Carlos Trejo Herrera, en lugar de Juan Carlos Guerrero Fausto. El segundo movimiento fue la salida de Igor Lozada, en principal operador de Padilla en el sector cultural, para nombrar a otra cercana colaboradora de Villanueva, Margarita Hernández Ortiz. Se habla de varios cambios más en los próximos días, particularmente el de Mauricio de Font-Reaulx al frente del Centro Cultural Universitario, y muchos otros más. La mayoría de estos cambios que se anticipan están asociados a lo que cada universitario quiere que suceda y no necesariamente van a suceder. Es decir, hay mucha grilla y más chismes.¿Ricardo Villanueva quiere afianzar posiciones en la Universidad antes de irse a la campaña, o quiere terminar su periodo ejerciendo el poder en la Universidad de cara a la sucesión rectoral? No está claro, lo único cierto es que lo que suceda será después de la FIL. Otra vez, parece difícil que Morena espere tanto tiempo si no es para que Villanueva acepte la candidatura. Si después de tres semanas de aguantar los embates internos en el partido el rector le dice a Claudia Sheinbaum que siempre no porque tiene mucho quehacer en la Universidad sería una franca descortesía política.En política nada está amarrado hasta que sucede y aunque la lógica indique que Villanueva será el candidato una vez pasada la FIL, los universitarios y los morenos siguen cantando al ritmo de La Sonora Dinamita: Mami, ¿qué será lo que quiere el “Richard”?diego.petersen@informador.com.mx