En los primeros años del siglo XX, Guadalajara comenzó su expansión hacia el Poniente. Las clases medias y altas buscaban salir del Centro de la ciudad, allende la Penitenciaría de Escobedo, donde hoy está el Parque Revolución y que durante muchos años delimitó la ciudad hacia el Oeste. De acuerdo con una nota de El Informador del 16 de octubre de 1918, las razones por las que las colonias crecieron hacia el Poniente fueron fundamentalmente dos: la calidad del aire, más puro y sano al estar a una mayor elevación, lejos de los pantanos del río San Juan de Dios, y la calidad del suelo, más calizo y menos lodoso. Merced a la llegada del ferrocarril y a los proyectos modernizadores (entre ellos el entubamiento del río San Juan de Dios para construir encima una gran Calzada, hoy llamada Independencia), la ciudad de 120 mil habitantes estaba en plena expansión. En 1906 surgieron varias nuevas colonias: al Oriente, la Oblatos y la Cosmopolita; al Sur, la Moderna; al Poniente, la Colonia Francesa, la Hidalgo, la Reforma y la Americana, conocida también como Colonia Porfirio Díaz y antes aún como Colonia Alemana. Su principal característica, que sería motivo de críticas en el Ayuntamiento muchos años después de su fundación, fue que rompió drásticamente con la cuadrícula de Guadalajara, lo cual se consideraba “verdaderamente antiestético” (El Informador, 15 de noviembre de 1921). Las razones por las que la colonia giró sus calles 45 grados con respecto a la cuadrícula “tirada a cordel” pueden ser dos: la primera es que el terreno sobre el que se asentó estaba atravesado por el arroyo del Arenal (hoy Avenida de la Paz) y alinear las calles al arroyo permitía un mejor aprovechamiento del terreno. La segunda es que, al igual que la Colonia Moderna, consideraron que alinear las calles a las vías del ferrocarril era un signo de modernidad. Aunque hoy le llamamos Americana a toda la zona de Chapultepec, en realidad la colonia eran poco menos de 20 manzanas comprendidas entre las entonces calles Hidalgo (que pronto cambió su nombre a Prisciliano Sánchez) al Norte; la Avenida Juárez (renombrada como Avenida del Bosque y hoy llamada Guadalupe Zuno) al Sur, y las calles Robles Gil al Oriente y Colonias al Poniente.La Colonia Americana fue motivo de las más acaloradas discusiones en los últimos días porque fue considerada como la colonia más “cool” del mundo por la revista Time Out. Sin duda los reporteros de la revista la pasaron bien en los bares de la colonia que, a pesar de la gran destrucción de la que ha sido objeto, mantiene la esencia de una de las mejores épocas de la ciudad. Cierto o no, lo mejor que pueden hacer las autoridades tras una publicidad de ese tamaño para la ciudad es honrar la distinción atendiendo los dos grandes temas de la zona: seguridad y limpieza.