Zacatecas está en llamas. El último Estado en el orden alfabético es hoy la principal zona de disputa de los grupos del crimen organizado, como en algún momento fueron Michoacán, Tamaulipas o la zona de la Laguna. Por supuesto que los zacatecanos no escogieron convertirse en la frontera entre los dos grupos más fuertes, el cártel de Sinaloa y el Nueva Generación (CNG), ni antes en un punto de confrontación entre Zetas y Golfos. Zacatecas es un punto nodal en la logística del país. Lo es para las mercancías que van de Este a Oeste y de Norte a Sur, y por supuesto también para el tráfico de drogas.¿Qué hicieron o dejaron de hacer los gobernadores y presidentes municipales? Todo y nada. Esto es, es evidente que solos el Gobierno del Estado y los municipios no pueden frente a un fenómeno que los rebasa, necesitan de toda la fuerza del Estado, particularmente del Gobierno federal y la Fiscalía General de la República; sin embargo, como sucede en todo el país, los gobiernos subnacionales han decidido convertirse en meros espectadores.¿Ha hecho algo el Gobierno federal? Nada, más allá de echar rollo en las mañaneras y ponerle, desde Palacio, nombre a cosas que no existen. El Plan Zacatecas II es un nombre vacío, pues no tiene objetivos, plazos o estrategias. Se trata sólo de una “presencia disuasiva” con nombre elegante, pero que claramente no ha disuadido a ninguno de los dos grupos, pues en lo que va del año van cerca de mil cien personas asesinadas en ese Estado.El asesinato del general coordinador de la Guardia Nacional en Zacatecas, José Silvestre Urzúa, fue una declaración de guerra. Aunque el Gobierno federal no va a usar -con toda razón- esa palabra, el nivel de violencia tenderá a incrementarse, como lo vimos ya el fin de semana. Corren todo tipo de versiones: en un lado leemos que fue el CNG y en otro se asegura que fueron los de Sinaloa. Correr este tipo de rumores es parte de la estrategia de los delincuentes. Por la zona en que se dio el enfrentamiento y la respuesta de las autoridades todo parece indicar que se trata de un acto del CNG. La violencia lejos de reducirse se recrudecerá en las próximas semanas, al menos hasta que el Ejército con uniforme de Guardia Nacional logre detener al cabecilla del cártel en la zona o logre vengar al general. Esa violencia no reconoce límites estatales. Va a afectar fuertemente a los municipios de los Altos que colindan con Zacatecas. ¿Alguna respuesta de las autoridades de Jalisco para proteger a los habitantes de esa zona? Ninguna, salvo decir que se trata de un asunto federal.diego.petersen@informador.com.mx