Mientras el fiscal, Alejandro Gertz Manero, sigue hospitalizado en Estados Unidos, en México crece la especulación sobre el inminente cambio de titular en la Fiscalía General de la República.La falta de transparencia y ocultamiento de información en torno a la salud de Gertz aumenta la especulación en torno al futuro del titular de la Fiscalía. Cuando no asistió a la reunión cumbre de encargados de seguridad entre Canadá, Estados Unidos y México dijeron que le habían avisado tarde y ya tenía otros compromisos (absurdo).Tras darse a conocer en una columna política que estaba hospitalizado en Estados Unidos, el Presidente minimizó el hecho y aseguró que estaba “en reparación”. Horas después se habló de un cáncer de páncreas y luego circuló profusamente un documento “de suma confidencialidad” donde López Obrador pide a la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) un informe sobre la existencia de “alguna irregularidad fiscal o financiera” en “seguimiento de los protocolos en caso de la remoción del Fiscal por motivos de salud”.Sobra comentar el hecho de que un documento de esas características de la UIF se filtre a la prensa, pero ya estamos acostumbrados a que ésta sea la Unidad de Intencionadas Filtraciones desde los tiempos de Santiago Nieto. De acuerdo con la Constitución, es el Senado de la República quien debe proponer al Ejecutivo una lista de diez posibles candidatos con el voto de al menos dos terceras partes de los senadores presentes en la sesión. De esa lista, y sólo de esa lista, el Presidente deberá escoger a los tres candidatos que posteriormente tendrán que comparecer ante el Senado para que, otra vez con mayoría calificada, los senadores elijan al nuevo fiscal para los próximos nueve años.Entre los trece que pidió investigar el Presidente hay algunos nombres que han sonado desde hace rato para el puesto de fiscal, como el ministro de la Corte Arturo Zaldívar, o la ex ministra y ex secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero. También están los caballos de batalla del presidente, como Verónica de Gyves o Bernardo Bátiz. Hay algunos abogados destacados, entre ellos Javier Quijano Baz y Renato Sales Heredia. El nombre más conspicuo de la lista y que sin duda desatará tormentas es el del senador Ricardo Monreal.La elección dentro del Senado no será nada fácil, pues el nuevo fiscal lo será los dos años que quedan del sexenio de López Obrador, todo el sexenio de próximo presidente y todavía un año más, por lo que la elección estará absolutamente atravesada, aun dentro de la bancada de Morena, por la lógica de la sucesión presidencial. Eso puede significar la búsqueda de consensos para tener una Fiscalía neutral y finalmente autónoma, o un impasse que debilitaría aún más una institución.Lo cierto es que hoy, por las causas no deseadas –la enfermedad del Fiscal Gertz– la Fiscalía General de la República tiene una oportunidad de oro para lograr su autonomía política. diego.petersen@informador.com.mxDiego Petersen Farah