A Rossana Reguillo, en solidaridadLa expresión “será el sereno…” nació en el siglo XIX en la Ciudad de México, donde a los policías o guardias nocturnos se les llamaba “los serenos” por el grito con el que anunciaban que no había novedad. “Las nueve y sereno” significaba que a las nueve de la noche todo estaba en calma. “Será el sereno”, seguido de un dubitativo “pero”, no significa otra cosa que parece que todo está en calma, y sin embargo, hay algo que nos hace dudar.Será el sereno, pero le llenaron el Zócalo. Inútil e innecesario hablar de la renuncia prometida por el Presidente si la oposición llenaba la Plaza Constitución frente a su Palacio. Fue una de sus típicas bravuconadas mañaneras. La marcha simultánea en varias ciudades del país en defensa de la democracia el día de ayer significa tres cosas: la primera es que la democracia mexicana está viva. La segunda es que la agenda del Presidente y de ese cuerpo de creencias al que llaman 4T no tiene consenso absoluto. La tercera es que la elección de junio no será, como quisieran hacer ver desde el oficialismo, un día de campo.Resulta contradictorio, por no decir esquizofrénico, el discurso de que la candidata de Morena, Claudia Sheinbaum, tiene 30 puntos de ventaja en las encuestas, con las reacciones de nerviosismo en la campaña morenista. Vetar al Laboratorio de análisis de redes Signa Lab, del ITESO, con el argumento de que su directora, la doctora Rossana Reguillo, tenía opiniones “contrarias a la 4T” (ojo, no dijeron que tuviera opiniones contra alguno de los partidos o candidatos en la contienda, sino contra los dogmas de lo que llaman la Transformación). La renuncia de Reguillo a participar en el ejercicio de selección de las preguntas no les bastó, pues de lo que se trata es de desacreditar de antemano al debate y al propio INE. Los morenistas llevaron el caso al tribunal previendo que las cosas no salgan como dicen. Resulta igualmente poco creíble que la campaña de Sheinbaum hubiese buscado una reunión con el Papa Francisco sólo por convivir. Es evidente que la foto de la candidata opositora, Xóchitl Gálvez con el líder de la iglesia católica les hizo mella y que esos pocos puntos que pueden significar salir o no en la foto con el Papa, les pesan.Será el sereno, pero las cosas en Palacio no parecen marchar como pregonan. En la elección del 2021 Morena y sus aliados en la Coalición Juntos Haremos Historia tuvieron 44 por ciento de los votos frente a 41 por ciento de la Alianza PAN, PRI y PRD. Movimiento Ciudadano se quedó con siete por ciento. El Presidente tenía más o menos la misma aprobación que tiene hoy, por encima de 60 por ciento. ¿Qué ha cambiado de entonces para acá? No mucho, salvo el desgaste de gobernar.