Jueves, 10 de Octubre 2024

LO ÚLTIMO DE Ideas

Ideas |

Samuel: juventud, virtud o defecto

Por: Diego Petersen

Samuel: juventud, virtud o defecto

Samuel: juventud, virtud o defecto

Decía el abuelo que la juventud es el único defecto que se quita con el tiempo. Nótese que el resto de los defectos no tienen un remedio temporal. Samuel García tiene muchos defectos como candidato: es frívolo, superficial, no tiene preparación ni visión de país, no tiene equipo ni experiencia y un pasado que sigue dando de qué hablar. Eso no se le va a quitar con el paso de los días. Su equipo de campaña ha decidido entonces que lo que hay que explotar como oferta electoral es que es joven. ¿Es eso virtud o defecto?

El abuelo diría que es un problema que ya pasará; Samuel cree que eso lo valorarán los electores. En un encargo como el de Presidente de la República podríamos pensar que lo más importante es que la silla la ocupe un político con experiencia, que no se lo vayan a chamaquear, que tenga serenidad para tomar decisiones, etcétera. La verdad es que los años no son garantía de nada.

A favor de la juventud se puede argumentar que los dos presidentes que han hecho los giros más radicales, uno a la izquierda y otro a la derecha, fueron los que se pusieron la banda presidencial antes de los cuarenta, Lázaro Cárdenas y Carlos Salinas, con una pequeña diferencia con el niño naranja; Cárdenas era ya para entonces un general y tenía 20 años de carrera político militar en su haber; Carlos Salinas llevaba para entonces diez años preparando un equipo y un proyecto de país. García no tiene ni una ni otra; no es un político enfant terrible ni un visionario calculador.

También es cierto que tenemos casos recientes, en Chile y Ecuador, de presidentes muy jóvenes que fueron electos para sorpresa de todos. El líder estudiantil chileno Gabriel Boric tenía 36 años cuando fue electo; el empresario ecuatoriano Daniel Noboa, 35. Ambos derrotaron a la vieja política dominante en el país.

La forma de manejar las crisis, la política derivada de su salida del Gobierno o la de la sequía que vivió la ciudad de Monterrey hace unos años, hablan mucho del estilo personal de gobernar: es voluntarioso, obcecado y poco afecto a las leyes, las constitucionales y las de la naturaleza. Lo que sí, es un gran comunicador. Ni Claudia ni Xóchitl tienen la fuerza y el entendimiento de las redes sociales que tiene el regiomontano.

¿Basta ser popular entre los jóvenes tiktoqueros para ganar una elección? Me temo que no. Pensar que los jóvenes saldrán a votar masivamente es una gran falacia. Igual me temo que el éxito o fracaso de la candidatura naranja dependerá más de los errores que cometan Xóchitl y Claudia, y los están cometiendo en abundancia.

Temas

Lee También

Recibe las últimas noticias en tu e-mail

Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día

Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones