¿Suspendido el “Plan B” se acabó la rabia? Valga la paráfrasis del refrán porque ni el perro está muerto ni la batalla legal por la no aplicación del “Plan B” que transforma al Instituto Nacional Electoral (INE) está ganada. La suspensión a la aplicación del las leyes que constituyen el “Plan B” ordenada por el ministro Javier Laynez enfureció a López Obrador y emocionó a los defensores del INE con la misma intensidad, en la misma dirección, pero en sentido contrario (Newton dixit). No obstante, esto está muy lejos de haber terminado. Ninguno de los dos bandos puede cantar victoria por esta resolución.La importancia de la decisión del ministro de la Corte que tanto enojó a la Presidencia de la República es que da certeza y estabilidad al INE en el proceso de transición. Esta semana deberá ser electa la nueva presidenta del Instituto junto con otros tres consejeros. Todo parece indicar que la designada es Bertha Acalde Luján, hija de quien fuera la presidenta del Consejo Nacional de Morena, Bertha Luján, y hermana de María Luisa Alcalde, actual la secretaria del Trabajo. Habrá sin duda que darle el beneficio de la duda (nadie es responsable de los actos de sus familiares), pero sobre todo aún está por verse si es ella. En caso de llegar a la insaculación, la designada puede ser, con la misma probabilidad otras de las otras cuatro mujeres que integran la terna; tres de ellas también tienen familiares morenistas. Impedida de aplicar los cambios, la nueva presidenta, quien sea, tendrá que esperar hasta que la Corte dé una resolución definitiva para aplicar la reestructura que ordena el “Plan B”.En cualquier escenario el INE saldrá debilitado. La llegada de nuevos consejeros de perfil abiertamente morenista hará que el “Plan B” tenga lo que no tiene hoy: defensores dentro del Consejo General. La unanimidad en defensa de la institucionalidad actual el Instituto termina el sábado y con ella comienza una batalla contra el reloj: quienes apoyan que el “Plan B” aplique para la próxima elección y quienes alegan su inconstitucionalidad y por lo tanto buscan se derogue o al menos no se aplique para los procesos electorales de Coahuila y Estado México del 2023 y la elección presidencial del 2024.La rabia contra el INE, racional o irracional, justificada o no, sigue ahí. La resolución de Laynez, festejada por los aficionados como un gol de último minuto en una final, es sin duda muy valiosa (todos los goles suman y cuentan), pero no hay que olvidar que falta el partido de vuelta, y en ese Morena jugará de local. diego.petersen@informador.com.mxDiego Petersen Farah