El Partido Movimiento Ciudadano ya estableció su calendario y Enrique Alfaro comenzó a deshojar la margarita. El líder de los naranjas, Dante Delgado, dijo que el 14 de julio se definen las reglas y el 5 de diciembre tendrán candidato. ¿Se irá el gobernador de Jalisco a buscar la candidatura a la Presidencia de la República?Hay varias razones para pensar que sí lo hará. La primera es que si Alfaro quiere crecer en la política nacional tiene que estar ahí y levantar la mano, sea como candidato o como parte de la campaña. La segunda razón tiene más que ver con la forma personal de hacer política de Alfaro; nunca ha terminado ninguno de los cargos para los que ha sido electo, siempre busca algo más. Así lo hizo en 2012 cuando dejó a alcaldía de Tlajomulco para buscar la gubernatura y en 2018 cuando dejó Guadalajara para buscar la gubernatura por segunda vez. El carácter de Alfaro, más impulsivo y gestor, no es bueno en el cierre, que requiere más trabajo de escritorio y orden.Si le creemos a Dante Delgado de que MC irá solo (en política siempre se puede cambiar de opinión) la pregunta es quién podría ser su candidato. El más popular es sin duda Luis Donaldo Colosio Riojas, pero no por lo que ha hecho sino por el nombre que porta. Su gestión en la alcaldía de Monterrey no se ha caracterizado por dar grandes resultados. El otro regiomontano, el gobernador Samuel García, es un personaje de claroscuros, con una forma muy particular de gestionar a través de redes sociales; de Samuel se habla mucho, aunque no necesariamente de lo que importa. Recientemente ha surgido la posibilidad de que la candidata sea Patricia Mercado, una diputada con mucho reconocimiento y la única que realmente representa la ideología social demócrata que los naranjas dicen enarbolar. Alfaro tampoco es el más popular entre la tropa. Aunque ha logrado dejar los lugares sotaneros en la evaluación de gobernadores, lo ha hecho a partir de una estrategia de ostracismo: entre menos roce tiene con los gobernados y con los medios, mejor le va. Eso en una campaña es imposible. Lo que hace muy bien Alfaro, lo que lo convirtió en su momento en un gran candidato, y que incluso desde otras ciudades el país lo voltearan ver como una opción para la Presidencia, es ser contestatario, mostrarse como un político fuerte y sin miedos. Lo que hemos visto en los últimos dos años es un gobernador de Jalisco que, por estrategia o por el cambio de circunstancia, cambió su estilo, bajo la cabeza frente al Presidente de la República y se olvidó de combatir el crimen organizado en el Estado.Parece complicado, pues, que Alfaro logre ser candidato, pero difícilmente se quedará sentado como un observador.