*NAVIDADES TAPATÍAS *RANGEL HIDALGO Y SUS TARJETAS DE NAVIDAD *POSADAS DE ANTAÑO Y HOGAÑO *¿DISFRAZARCE DE SANTA CLAUS?... ¡VAYA RIDÍCULO! No deja de sorprendernos el hecho de que en esta Guadalajara tan celosa de sus tradiciones, como de antiguas costumbres religiosas como profanas de pronto veamos a una serie de personas encasquetadas con un ridículo como cursi “gorrito de santa clos”. Sí, efectivamente en la que años fuera proclamada como “La ciudad Navideña por excelencia”, hoy tan lejos de Dios ¿y tan cerca de los Estados Unidos? Más que coraje, tristeza nos da, ver que los propios medios de comunicación se prestan a un juego (que pone en juego) lo que por siglos ha sido costumbre y ha marcado -o había- el “Estilo Tapatío” de hacer las cosas, sencillo pero elegante y, ante todo con un buen gusto propio que nos distinguía del resto de otras regiones y Estados del país. Las navidades tapatías encontraron su mayor promotor en la figura de ALEJANDRO RANGEL HIDALGO, quien aunque nacido en la Cd. de Colima, su realización profesional y artística se vio fincada en esta antigua Guadalajara, capital del Reino de la Nueva Galicia a la cual llegó a ser parte la propia Colima. Inspirado en las pinturas realizadas por el tapatío JOSÉ MARÍA ESTRADA hacia la primera mitad del S. XIX realiza RANGEL HIDALGO una serie de ilustraciones de niños que darían la vuelta al mundo al ser adquiridas por la UNICEF y que se convirtieron en todo un estilo propio. La figura inocente del NIÑO DIOS o NIÑO JESÚS que es quien siempre se ha “ocupado de traer los regalos a los niños que se portan bien” en todo el OCCIDENTE de pronto parece perder la batalla ante el ridículo y cursi Santa Claus que nada tiene que hacer en tierras tapatías, pero los nuevos ricos tan nocivos como faltos de criterio y desinformados pueden confundir (y lo han logrado en muchos casos) ha familias enteras que por años y siglos mantuvieron incólumes sus austeras pero originales tradiciones. Hoy en día casi puedo asegurar que en las zonas menos favorecidas económicamente hablando y que muchos se obstinan en señalar “de la Calzada para allá” es en donde aún y todo permanecen las 9 Posadas de rigor como las Pastorelas y todo aquello que representa lo auténticamente nuestro. Excepciones las hay “de la Calzada para acá” pero creo que son pocas y todo se ha venido acrecentando con el fin comercial con que estas celebraciones han venido a ser objeto central. En la Ciudad de México curiosamente el culto al NIÑO DIOS nunca fue de mayor trascendencia, siendo allá los REYES MAGOS quienes traían a los pequeños sus regalos y golosinas, más sin embargo las familias de mayor prosapia siempre celebraron las POSADAS en toda forma como esta que ilustra un grabado en el patio central de los GARCÍA IZCABALCETA condes de HERAS SOTO en el centro de la capital de aquel reino. Título que en la actualidad posee Don JOAQUÍN GARCÍA PIMENTEL y BRANNIFF. Las elegantes familias tituladas o no, entre sus obligaciones intangibles estaban las de mantener las tradiciones heredadas de sus ancestros. Hoy en día parece ser todo lo contrario y les debe de parecer hasta chistoso disfrazarse de lo que sea con tal de parecer “modernillos” o dizque originales. No causan más que pena y tristeza ver el ridículo en que caen pero pues ahí sí que cada quien ¡y cada cual! Por ahora es todo y hasta la próxima con más temas navideños desde la otrora capital navideña por excelencia. ¡Cooooorte!La auténtica Navidad al más puro estilo tapatío o del Occidente del país quedaron por suerte ilustradas para la posteridad por ese genio del buen gusto que fue Alejandro Rangel Hidalgo, nacido en Colima y realizado profesionalmente en esta Guadalajara donde de manera fidedigna volvió a imponer usos y costumbres auténticamente jaliscienses. Prueba de ello lo fueron sus famosas tarjetas navideñas que la UNICEF decidió ordenarle por millones para enviarse por todo el orbe. Basado en los niños que José Ma. Estrada pintó en el S. XIX, Rangel Hidalgo creó en base a un estilo local un estilo auténticamente universal.Aquí vemos una Posada popular en cualquier barrio de la ciudad en donde por irónico que parezca las clases más necesitadas mantienen con más fervor las tradiciones navideñas que aquellos a los que “la Revolución hizo justicia” y, que debieran ser quienes mantuvieran por obligación nuestras más mexicanísimas costumbres.Posada tradicional en el patio central del Palacio de los Condes de Heras Soto en la Cd. de México nos permite adentrarnos a una de las fincas más señoriales y de una de las familias más notables de la época colonial, durante una de las 9 noches de Posadas que se llevaban a cabo en todos los rincones de este México hoy tan confundido con ideas, modos y estilos tan cursis como extranjerizantes.