Atmosféricas. El manto de olas se levanta al fin sobre las playas de la memoria. Muchas temporadas sin reconocer estas huellas, sin volver sobre unos pasos ciertamente siempre extraviados. Yace el viejo Zorba con la dignidad de un sultán, y dicta disposiciones. Ordena que sea bien atendido su jardín, que la bugambilia sea contenida correctamente, que el perro se mantenga lejos de sus destrozos. Luego sigue como si nada su plática. Recuerda y olvida, se interna en los laberintos de su memoria, de los cerros de Tlajomulco, de las laderas distantes del cerro Viejo. Un bel morir tutta una vita honora, dicen. Bien que lo sabe Zorba, aunque sabe también que no será aquí, no esta vez.**Sayulita blues. Atruena el aire una tonada de Santana, querida por todo el mundo: samba pa ti. Al mismo tiempo, por la caótica calle principal, un solitario huichol de plumas plastificadas, ejerce sus danzas giratorias en beneficio de la bobería de los gringos que no paran de tomar fotos. Sortea los coches, esquiva las motos majaderas, ignora las horrorosas vestimentas de propios y extraños. Danza porque se sabe dueño absoluto de estos territorios ahora invadidos, del mar infestado de extraños hasta donde da la vista. **Una pregunta fundamental de The National:¿Dónde estarás cuando yo me muera? ¿Dónde jodidos serás en mi último suspiro? ¿Por qué camino andarás el día que sea mi último? ¿Qué baile te alzará sobre el estertor? Ah sobreviviente ¿qué intrincados lazos habrás ya tejido?**Letra Ciudades José Alfredo JiménezPara quien se acuerde de la letra de esta canción del inmortal vate quizá pueda coincidir en que posee el augusto talante de las composiciones griegas, la estoica respiración de Marco Aurelio y sus pensamientos, la épica de los mejores boleros, la inefable y casi incomprensible respiración de una poética que sin embargo nos toca. Y, como al paso, dos versos que dejan más enseñanzas de urbanismo que mil presuntuosos tratados. Las ciudades destruyen costumbres…**Dice Georges Moustaki en una canción inolvidable, seguramente dedicada, avant la lettre, al mundo de los replicantes y los blade runners, a los encuentros fortuitos y deliberados de estos últimos sobre el filo de las mil navajas: Ils se reconnaissent et se saluent quand leurs chemins se croissent au carrefour de mille routes.Ellos se reconocen y se saludan cuando sus caminos se cruzan en el crucero de los mil caminos.**When she walks in the room. Bryan Ferry. Es todo. Cuando entra en el cuarto. El aire se electriza, las miradas adquieren otra hondura, un aire misterioso toca debajo de las faldas lo más recóndito de las mujeres y rigideces inesperadas suceden. Basta que ella entre en el cuarto y todo fosforece, todo se vuelve color y luego vibra. Ah la bendecida.**La computadora sabe menos que el gato. Es una obviedad. Pero de vez en cuando, el gato, cuando está de vena, se posa frente a la pantalla, empieza a jugar con el tablero y ejecuta partidas imposibles. Ya sea ajedrez o ecuaciones de cuarto grado. Siempre gana, siempre se burla como el gato de Cheshire. Cats would know. **Mark Knopfler de Dire Straits/ Los gozos de Rem. Dos bandas que saben suministrar, y con generosidad, algo del mejor rock contemporáneo. Estupendos nombres, además. Dire Straits: estar en serios aprietos, en la última pregunta. REM: Rapid Eye Movement. Dos ejemplos de piezas maestras, aunque sean harto conocidas: Romeo, de Dire Straits ; Losing my religión, de REM. Difícil matar esas.**Una inolvidable canción de Nick Cave and the Bad Seeds, de título ominoso, o tal vez agradecible: She is leaving you.**Otra de Beirut: Port of Call. La última esperanza frente al seguro naufragio. La llamada entre el oleaje que trae, al fin, el esperado naufragio.jpalomar@informador.com.mx