Atmosféricas. Viendo el Expiatorio y la noche tiende su cuerpo de penumbras sobre la ciudad desierta. Una última mariposa negra, casi por llegar diciembre, se demora en los rincones como sí el ritual de su desaparición hubiera desaparecido. Se posa ahora en una grieta del techo, anunciando que toda fábrica humana habrá de caer sin remedio. A Zorba el viejo todo esto le es muy ajeno: espera con alboroto el sábado. Todo lo más por decir.**La nave hace agua, definitivamente. Tres o cuatro pescadores ya abandonaron la barca. El primero, el que tres reniegos habría de esgrimir en su defensa para salvar el pellejo, mientras el gallo, en medio de la noche, cantaba. Es cierto que antes, contra los soldados numerosos, tuvo el valor de esgrimir la espada. Y que, piedra sobre piedra, sería el primer capitán de la barca.Payaso de las bofetadas, asamblea de Pater Whiskies, recua de sodomitas, runfla de violadores de niños, macieles y conexas, emprendedores de cruzadas, creadores de la inquisición, defensores de fetos incómodos o inoportunos, tozudos sostenedores del vínculo, de la soledad de sus soldados. Gran Puta de Babilonia, la llamó hace tiempo por lo menos un escritor colombiano. Sus lugares de oración y encuentro, por miles, se vacían. Por cientos, mejor se demuelen, antes de abandonarlos a merced de vándalos, iconoclastas y sacrílegos: la derrota parece segura.Muy lejos quedan la batalla de Trafalgar (y Don Juan de Austria) como la supo contar Chesterton, Roncesvalles también, por mero ejemplo. Para nadie parece ser siquiera un recuerdo los cientos de millones de gentes que la nave ha sabido subir a bordo, darles amparo, salud, comida, letras, salvación. O a las que nomás, sin subirlas a ningún lado, ha sabido ayudar en su transcurso.Todavía, en veces, se ven brillar los cascos y las espadas de una corporación no sin arrogancia llamada de los jesuitas, siempre familiar con las más adelantadas lindes de la batalla que quinientos años no ha extinguido. No la paz sino la espada dijo en alguna parte el que caminó en el mar. Corredora de la navaja, de con frecuencia torpes singladuras, paciente arca que trata de navegar sobre las turbias arenas, asamblea de lunáticos que intentan ser mansos, inventora de beatos, mártires y santos. Brava combatiente cuando los mandones, en México, quisieron suprimirla. Es preciso reconocerlo, el averiado navío también ha tenido sus momentos de gloria y ejemplo. Logra su mayor hazaña cuando al fondo de una remota capilla abandonada el blanco pan se levanta, y una lamparilla fiel arde sin pausa. Por esa llama, se sabe, la barca sobrevivirá, y más temprano que tarde llegará a su destino.**Los Waterboys. Son ahora una casi desconocida banda escocesa. El genio y la gracia tocaron a Mike Scott, su compositor y frontman.Iglesia no levantada por manos Adiós tierras de sombraEl tiempo acaba Y todos los asuetos comienzan Camina ella ahora sobre lozanos pastizales Sus huellas pueden verse en la arena Está por todos lados y ninguno Cuando viene la oscuridad y cae la nocheSe mueve entre la gente Tratarían ellos de tenerla Como una recompensa Pero ella está en las sombras El océano y la arena Su iglesia no con manos hecha No asida por los hombres Baila alto como las nubes Más veloz que la flecha Recta como todo vuelo del cuervoCruzando los mares viajaHasta las tierras que emergenEstá en todos lados y en ninguno Su iglesia no por las manos hecha ¿No es ése un sol espléndidoPoniéndose en un espléndido cielo?Nos quedaremos a verla apagarse La iglesia no con las manos hechaNo asida por los hombres Ese lugar precioso Destruido Por los hombres ** Byroniana Esto nunca fue amor, esa sustancia tóxica y viscosa que carcome hasta los huesos a los príncipes desdichados de las torres abolidas. Era más bien como un huracán, como una marea de incontenible, atormentada, gozosa locura, un caótico precipitado de semen y sangre y lágrimas y sudor. Antes de.jpalomar@informador.com.mx