El pasado 14 de mayo se reunieron los representantes de cultura de los candidatos a presidencia en las instalaciones de la Universidad Autónoma Metropolitana gracias a la iniciativa de los promotores del libro “¡Es la Reforma Cultural, Presidente!” (Editarte, 2017). Alejandra Frausto (MORENA-PES-PT), Raúl Padilla (PAN-PRD-MC), Beatriz Paredes (PRI-PVEM-NA) y Consuelo Sáizar (de la ahora retirada Margarita Zavala) dialogaron acerca de la viabilidad de una segunda reforma cultural, la generación de estímulos para incorporar la participación de la sociedad civil y propuestas y compromisos generales.Los grandes factores comunes entre los aspirantes fueron la descentralización, la restructuración de la secretaría, el aumento del presupuesto, la cultura como motor de la economía, facilitar mecanismos de apoyo desde la iniciativa privada y dar apoyo a los trabajadores del sector cultural. Las propuestas para llevar esto a cabo fueron un tanto distintas: ya fuera abriendo cinetecas en todos los estados (Sáizar, Paredes), fortaleciendo el área de turismo cultural (Padilla) o incorporando la educación artística en las escuelas (Sáizar, Padilla, Frausto).Este encuentro se puede vislumbrar desde dos ángulos. El primero desde la relevancia de ser el primero en su tipo, que seguramente sentará las bases para otros diálogos entre representantes de distintas áreas. Desde el segundo, como una conversación tibia con muchas —quizás demasiadas— coincidencias, donde nadie tenía nada que perder ni nada que ganar y por lo mismo los participantes prefirieron evitar cualquier tipo de confrontación.Se perdió una gran oportunidad de generar un diálogo crítico en propuestas conflictivas. Por ejemplo, las contradicciones del programa de descentralización cuando al mismo tiempo se propone una casa de cultura en Los Pinos (en el caso de Frausto aunque en este encuentro curiosamente no se mencionó) o la creación de cinco nuevos espacios teatrales detrás del Auditorio Nacional (en el caso de Sáizar). Incluso en profundizar sobre la apuesta de Padilla por el turismo cultural y sus implicaciones en un área generalmente acompañada de devastación ambiental o social.A pesar de las evidentes áreas de mejora, no hay duda de que este encuentro fue un gran ejemplo del poder de convocatoria de la sociedad civil. Un encuentro similar, ahora en la UNAM, se llevó a cabo el martes 29 donde participaron Alejandra Frausto, Raúl Padilla y César Moheno (el nuevo relevo de Beatriz Paredes) y del que hablaré en mi siguiente columna.
