La agenda del agua ha tenido el foco público desde que se supo que el denominado “Día Cero” para la CDMX podría llegar en los últimos días de junio. De entrada, es importante reconocer que la problemática del abastecimiento de agua va mucho más allá de la zona centro del país y de la voluntad de los diferentes órdenes de Gobierno por atenderla, asimismo, de que ésta puede ser abordada a partir de diversas perspectivas: legal, política, económica, medioambiental, de derechos, de salud… por enunciar sólo algunas de ellas, las cuales deberían formar parte de agendas integrales y transversales de atención, porque de no hacerlo, las acciones emprendidas se podrían bloquear e incluso contradecirse unas a otras. Como muestra un botón. Hace unos años un grupo de agricultores de Mexicali, al ver su actividad agrícola comprometida, se manifestaron en defensa de sus derechos en contra de la cervecera Constellation Brands, la cual buscaba construir un acueducto que consumiría 20 millones de metros cúbicos de agua con el aval y recursos del Gobierno del Estado; el golpe a la suficiencia hídrica era brutal. ¿El desenlace? Como resultado de la acción social, ante el conflicto, la Federación realizó una consulta popular que rechazó el acueducto de 47 km, por lo que decidió relocalizar la planta que ya llevaba más de 60% de avance en su construcción. Como sabemos, la decisión posterior de en qué lugar relocalizar la planta se tomó tras evaluar, ahora sí, en qué Entidad de la República era conveniente instalarla, en función de la cantidad de agua de que se disponía. Sin embargo, no es este el único aspecto a considerar. Todo proyecto y política pública debe partir siempre de evaluaciones socioambientales previas a su autorización, evaluaciones que clarifiquen que el proyecto en cuestión no pondrá en riesgo la salud, el acceso al agua y los recursos naturales de las comunidades; que consideren también las posibles afectaciones sociales, culturales, patrimoniales (entre otras) de la población y que incluyen procesos de participación ciudadana en la toma de decisiones. La prioridad de la autoridad debe ser siempre salvaguardar los derechos de las personas, así como que el desarrollo de infraestructura hídrica garantice el abastecimiento social del vital líquido desde una perspectiva de derechos.Si bien el llamado “Día Cero” tiene fechas estimadas diferentes en el territorio nacional, lo que es cierto es que es una crisis común, nacional e internacional cuyas consecuencias se sienten ya en algunos territorios, por lo que las decisiones para atajar el avance de esta problemática son de carácter urgente. Un estudio de S&P Global Ratings dio a conocer que Baja California Sur, Ciudad de México, Baja California, Aguascalientes, Estado de México, Morelos, Sonora, Sinaloa, Chihuahua, Guanajuato y Zacatecas atraviesan una alta exposición al estrés hídrico que podría llevarlos al “Día Cero” antes de 2050. Para el Área Metropolitana de Guadalajara, la recién inaugurada Presa del Zapotillo, de acuerdo con lo informado por las autoridades, permitirá abastecer de agua a la ciudad por los próximos 50 años. Vigilar el uso y disposición responsable del vital líquido, tanto por la ciudadanía como por la industria, la cual podría multiplicarse gracias al fenómeno del nearshoring, será una de las grandes responsabilidades de las autoridades que serán próximamente electas.Para poder hablar de una solución a nivel nacional hay que tomar en cuenta que hay más de 2,826 organismos de gestión del agua, lo que complejiza la coordinación de la política nacional del agua. Estamos en tiempos electorales y el tema ya forma parte de la agenda de los prospectos presidenciales, demandar medidas con impacto significativo y perspectiva de derechos. En todo el mundo el cambio climático es un hecho, las sequías se agravan y la demanda de agua aumenta, por lo que las medidas para mitigar la crisis hídrica requieren ser transversales, integrales y a largo plazo, así como considerar la participación de todas las personas, agentes sociales y públicos, al ser un asunto de seguridad y supervivencia.