Hace casi un año, tanto el gobernador Enrique Alfaro como el Presidente Andrés Manuel López Obrador se vieron lejos de ser empáticos ante la agenda feminista, que por la escalada de violencia contra la mujer aglutinó, como nunca, a los movimientos que luchan por que paren estas agresiones y feminicidios, y por la equidad de género.Aquel clamor feminista detonó con una potencia inédita en las marchas del pasado 8 de marzo por el Día Internacional de la Mujer y el Paro Nacional del día siguiente en el que se ausentaron en protesta por la violencia y las condiciones de inequidad que siguen padeciendo las mujeres en todos los ámbitos.En esas estábamos cuando llegó la emergencia sanitaria por el coronavirus, que, citando al ya clásico, “cayó como anillo al dedo” al gobierno federal y estatal para evadir esta problemática y las demandas de las organizaciones feministas que no acababan de entender.A la vuelta de casi un año, parece que Alfaro avanzó más en el tema y no sólo hizo ajustes y cambios en la Secretaría de Igualdad Sustantiva y ha reconocido como uno de los grandes pendientes en materia de seguridad pública en Jalisco el combate a los feminicidios, sino que ante el escándalo del alcalde acosador de Tototlán, postulado por su partido Movimiento Ciudadano, Sergio Quezada, se ha pronunciado al menos en dos ocasiones por su renuncia al cargo, al que el edil se sigue aferrando, pero el que tarde o temprano tendrá que dejar para ser enjuiciado.El que de plano no ha entendido nada sobre la emergencia y creciente fuerza de la agenda feminista es el Presidente, cuya insensibilidad ante esta causa propia de los gobiernos de izquierda y liberales a los que dice pertenecer, ayer hizo crisis con la expresión “ya chole” que soltó desde su púlpito presidencial mañanero cuando, por segundo día consecutivo, se le cuestionó su postura ante el registro del senador con licencia, Félix Salgado Macedonio, como candidato de Morena a la gubernatura de Guerrero, pese a estar acusado de abuso sexual y violación.Pero la defensa del Presidente al impresentable candidato morenista no sólo quedó en el “ya chole” con el que quiso detener los cuestionamientos hacia Salgado Macedonio, sino que insistió que eran acusaciones propias de las contiendas electorales, que debían dirimirse en tribunales y que se tenía que respetar la decisión de la gente de Guerrero que lo había elegido como candidato. Por el repudio antipresidencial leído en los hashtags #YaChole y #UnVioladorNoPuedeSerGobernador que ayer se volvieron tendencia en las redes sociales, AMLO y su partido Morena podrían pagar un alto costo político si siguen sosteniendo a Félix Salgado como candidato a Guerrero, por no sé qué inconfesables motivos.Una muy peligrosa apuesta será la del Presidente si ignora el llamado de activistas, artistas, escritoras, colectivos feministas y hasta políticas de Morena a “romper el pacto” con el candidato guerrerense. Porque como ya advirtieron: si no lo hace, “se podrían romper muchas otras cosas” en México. Y ahí viene el próximo 8 de Marzo.jbarrera4r@gmail.com