1. Lyon: la Fiesta de las Luces 2020. Cada año, el 8 de diciembre, la antigua capital de las Galias y Sede Primada de Francia celebra a la Inmaculada Concepción con un festival de luces en todos los monumentos y fachadas de la ciudad (se pueden ver pasadas ediciones en youtube, cada una más deslumbrante que la otra). Pero este año, covid obliga, el ayuntamiento decidió que no habría nada, que los lugareños se conformaran con poner lucecitas en sus ventanas y ya (con el beneplácito de un alcalde ecológico-pandémico-purista). Bueno, pues en eso estaban todos cuando de repente, a eso de las nueve, se iluminó la ciudad entera con la cohetería, bien organizada en pleno centro, a lo largo del río y desde distintos puntos de los alrededores.* Fue una acción “pirata”: furtiva pero claramente coordinada, y toda la gente feliz en las ventanas, preguntándose qué habría pasado.Parece ser que los organizadores de esa resistencia pirotécnica fueron los clubes de aficionados del equipo local, el Olympique Lyonnais. El ayuntamiento y la prefectura ya denunciaron “a quien resulte responsable” (dejaran de ser burócratas). 2. Más arqueología “navideña”. El rey Herodes tiene mala prensa (salvo cuando lo invocan a gritos los papás desesperados con sus criaturas). Entre San Mateo y Flavio Josefo se encargaron de pintarlo como un tirano sanguinario: el primero le atribuye la matanza de los Santos Inocentes en Belén; el segundo, el asesinato de su mujer y varios de sus hijos. Herodes el Grande llegó al trono de Judea gracias a los romanos, y fue uno de los mayores constructores durante el Imperio de Augusto: a él se debieron la reconstrucción del Templo de Jerusalén, el puerto de Cesarea Marítima, la fortaleza de Masada y muchas otras obras de arquitectura y urbanismo. Pero su gran palacio preferido, el Herodion,** en una colina de unos 700 metros en el desierto de Judea (ahora en Cisjordania) se abre por estos días por primera vez a los visitantes, luego de muchos años de trabajo arqueológico comenzado en la década de 1950 por los franciscanos y retomado a partir de los 70 por la Universidad de Jerusalén. Como Herodes quiso que lo enterraran en la ladera de la colina y que nada quitara la atención de su tumba ni entrara ya nadie a su palacio, lo mandó tapar de tierra.Con eso, el edificio se conservó magníficamente (un poco como Pompeya gracias a la ceniza) y se han podido restaurar sin problemas hasta los colores de las paredes.3. Arqueología de jardín. Con el encierro, tal parece que los ingleses se han puesto a escarbar sus jardines con singular alegría, y a veces con sorprendentes resultados. Informó el Museo Británico que hace días, unos señores que viven en New Forest (cuyo nombre no se da) hallaron 63 monedas de oro que datan de la época de los tudores.*** Entre ellas hay cuatro del tiempo de Enrique VIII, quien incluía al acuñarlas la inicial de su mujer en turno: K para Catalina de Aragón, A para Ana Bolena, I para Jane Seymour. (Después de escabecharse a dos o tres, quién sabe si lo seguiría haciendo.) *https://www.youtube.com/watch?v=nMBFVjtRng8 **https://www.dailymail.co.uk/sciencetech/article-9037559/Israel-unveils-parts-Herods-palace-buried-Judean-king.html ***https://www.dailymail.co.uk/sciencetech/article-9035793/Locked-Britons-unearthed-bonanza-garden-treasures-including-gold-coins.html
