El T-MEC es un acuerdo comercial entre México, Canadá y Estados Unidos, en el que al menos dos de los tres países buscan la forma de no cumplir a cabalidad. No es en todo, afortunadamente, pero sí en sectores cruciales. Es México en energía y Estados Unidos en las reglas de origen de la industria automotriz.¿Es América del Norte una región real como sugieren los mapas o, por el contrario, es un lugar fantástico como la Tierra Media de JRR Tolkien o el Macondo de García Márquez? Es una de las regiones económicas más ricas y competitivas del mundo, con un comercio de casi 125 mil millones de dólares mensuales. Podría ser más, cuánto más depende del compromiso de los líderes de los tres países en favorecer la integración en este momento en el que en el mundo se habla de desglobalización. Lo que viene es una redefinición de la fábrica global, con nuevas formas de competencia y colaboración entre regiones.¿América del Norte es una región o sólo tres países atados por un hechizo geográfico? En esta zona del mundo vivimos casi 500 millones de personas y se produce poco más de una cuarta parte del PIB mundial. El T-MEC es un acuerdo de libre comercio que entró en vigor en tiempos en los que el proteccionismo está de regreso. Esto se expresa cuando Estados Unidos quiere retorcer la interpretación de la forma en que se calculan los contenidos de los automóviles para quitarle competitividad a los vehículos producidos en México y Canadá. El proteccionismo está también en la forma en que se redactaron las reformas a la Ley Eléctrica en México y en el modo en que operan los órganos reguladores de energía en México para favorecer a Pemex y CFE.¿Podrán los socios del T-MEC comprometerse a cumplir con más seriedad y/o resolver sus diferencias con más eficacia? Este es uno de los temas que se tratarán en la reunión trinacional que empieza en la Ciudad de México la próxima semana. Los reflectores estarán puestos en los tres presidentes y en las reacciones a la captura de Ovidio Guzmán, pero la agenda económica merece atención. El comercio intrarregional ha seguido creciendo, lo mismo que las inversiones… y los conflictos. Para México y Canadá es clave aprovechar el desacoplamiento de Estados Unidos respecto a China. ¿Qué falta para hacerlo mejor/más rápido?Canadá y México son los dos principales socios comerciales de Estados Unidos, pero China sigue estando en un cercanísimo tercer lugar, según los datos del Departamento de Comercio de Estados Unidos. Esto es indicio de que el desacoplamiento del Tío Sam con el Dragón es un proceso complejo y lento. No es algo que ocurra en línea recta ni en fast track. Para complicar la “narrativa”, resulta que China se ha convertido en 2022 en el principal proveedor de autos de México, por encima de Estados Unidos. Son autos de marcas chinas como Baic y JMC, pero también Aveos que GM trae de China.Los dilemas de la integración norteamericana están aquí. Aparece como uno de los puntos en la agenda de la reunión trinacional. Habrá reuniones dedicadas a discutir el fortalecimiento de las cadenas de valor en América del Norte. Raquel Buenrostro y el equipo de Economía llevarán estos temas de parte del gobierno mexicano, acompañados por Marcelo Ebrard y su grupo de trabajo. Tendrán como interlocutores a sus contrapartes de Estados Unidos y Canadá. Habrá también reuniones con empresarios de los tres países. De los hombres y mujeres de negocios saldrán, quizá, las notas menos políticas de esta cumbre: hay molestia por la forma en que algunas decisiones cargadas de política se han convertido en piedras en el zapato de la integración comercial.Hay también preocupación porque siguen apareciendo asuntos que podrían generar nuevas controversias, sin haber resuelto las vigentes. Desde México reviven las restricciones a las compras de maíz. En Estados Unidos y Canadá surge la intención de apoyar con recursos públicos la producción de baterías eléctricas. Si esto no se resuelve en el contexto del T-MEC, imagínense a LitioMex compitiendo con Superpesos contra empresas subsidiadas con recursos de las arcas de Estados Unidos o Canadá.¿Es el destino de América del Norte ser una región más integrada?, como sugiere Robert D Kaplan, en Viaje al futuro del Imperio. ¿Está condenada esta región a ser un proyecto inconcluso? ¿Es una región o tres países atrapados por un hechizo de la geografía?lmgonzalez@eleconomista.com.mx