Los números dicen cosas, no todas útiles, pero algunas bastante útiles. Al anunciar los premios internos que otorga a los espectáculos de teatro que se presentaron en sus foros de la ciudad, Cultura UDG aseguró que registró 21,988 espectadores en un año, en 48 espectáculos que ofrecieron 259 funciones. Son 85 espectadores por función o 458 por espectáculo. No parecen números malos.Ahora bien.Cultura UDG abre al teatro local, experimental o de arte cuatro teatros (en realidad son cinco salas, pero en cuatro edificios): el Teatro Experimental de Jalisco, con aforo para 379 personas; el Teatro Vivian Blumenthal (258 personas); el Estudio Diana (120 personas), y dos salas del Conjunto Santander: la Sala 3 (430 personas) y la Sala 4 (200 personas). Entre todas, el aforo llega a 1,387 lugares.Sería un exceso feliz que Cultura UDG tuviera cupo lleno siempre que ofreciera funciones de un espectáculo de teatro. Está claro. Igual, comparemos.Si uno multiplica el aforo total de las salas de esta organización por las 259 funciones de su último ciclo anual, obtendría el dato de que el cupo máximo habría sido de 359,233 personas. Es decir: los espectadores de este último periodo fueron apenas 6 por ciento del cupo total disponible.Es un dato impreciso: no todos los teatros tienen el mismo aforo. Tomemos el más pequeño, el bonito Estudio Diana: 259 funciones con los 120 lugares del “Dianita” habrían equivalido a un cupo máximo de 31,080 personas. Este número dice que los espectadores del último año que reporta Cultura UDG no habrían llenado ni siquiera el Estudio Diana. ¿Está mal? ¿Está bien? Es un número, nada más.Cultura UDG seguro lee los números con inteligencia mucho mayor. Es obvio que lleva años buscando maneras de profesionalizar esta parte de su actividad en las artes escénicas. Sus números avisan, por ejemplo, de que el público de sus foros prefiere ir al teatro los domingos: es un hallazgo de veras útil.No es sencillo atraer público a los teatros de arte de la ciudad: los artistas lo saben hace años porque han buscado una y cien formas de convocar a las audiencias. Como bien señalan los profesionales del circo tapatío, un error estratégico de los teatreros es pretender que podrán sostener sus negocios de puras taquillas: la gente no llena teatros, y cada vez es más raro y más caro lograr largas temporadas.El reto es otro: es probable que Cultura UDG tenga ya más información para pensar sus siguientes apuestas para atraer al público. Es probable que también ande tomando nota de las quejas (y los memes) que en redes sociales le exigen profesionalizar su atención a los artistas a los que abre sus foros. Pero los números, por lo pronto, indican que incluso esta organización tiene mucho que hacer en torno al sueño de llenar sus teatros.El reto es, parece, “atamañar” el sueño: a lo mejor el teatro tapatío no necesita llenar foros, sino dejar contentos a sus públicos, para que tengan ganas de regresar.ivangonzalezvega@gmail.com