De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), en México apenas el 21 por ciento de la población tiene el esquema completo de la vacunación; estamos hablando de casi 27 millones de personas -de los poco más de 58 millones que han sido vacunados-, mientras que la secretaría de Salud reporta que son poco más de 23 millones completamente inoculados. La diferencia son aproximadamente cuatro millones menos. La OMS habla de la estadística con los reportes de los laboratorios y las entregas de vacunas que se han hecho al país - de acuerdo con Cofepris han llegado 77 millones 422 mil 585 dosis-, mientras que la secretaría de Salud en México sólo contabilizan las inoculaciones aplicadas.El déficit de lo recibido con lo aplicado en México se debe sin lugar a duda a las donaciones que nuestro país ha hecho a otras naciones. El 12 de julio Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores, escribió en un tuit, “Inicia hoy, con apoyo de la Fuerza Aérea Mexicana, el envío de vacunas AstraZeneca aportadas por México, como presidente de CELAC, a países de América Latina y el Caribe. En esta ocasión Belice, Bolivia y Paraguay. Próximos días a Guatemala, Honduras y El Salvador”.El esfuerzo de ayuda humanitaria es extraordinario. México y Argentina se comprometieron a producir 250 millones de dosis para los países centroamericanos y del caribe con el respaldo de la fundación de Carlos Slim, pero además parte de las vacunas que se han recibido fueron donadas a otros países, según reporte de la secretaría de Relaciones Exteriores. Sin embargo, en nuestro país el esfuerzo de la campaña de vacunación se ha quedado corto para llegar a zonas alejadas de los núcleos metropolitanos -según reportes de organizaciones indígenas y pueblos aislados de la civilización- dejando a millones de mexicanos sin la posibilidad de recibir la dosis y prevenir la expansión de la crisis sanitaria.Ayer el presidente López Obrador tuvo una conversación telefónica con la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, donde el asunto de las vacunas fue uno temas centrales, ya que desde el domingo había anticipado que “tenemos que agradecer por su apoyo -refiriéndose a la vicepresidenta- porque nos han dado vacunas. No estoy hablando de mucha cantidad, pero este no es un asunto cuantitativo, es cualitativo”. No sabemos cuál será la cantidad ideal para el mandatario, pero tomando en cuenta que alrededor del mundo hay cerca de 180 naciones esperando la ayuda de la vacuna y que Estados Unidos ya ha donado más de 220 millones, habrá que ser conscientes de lo que los casi tres millones que México ha recibido por parte del país vecino es más que generoso ante la gravedad del problema y la urgencia mundial. Presionar a que se envíen más vacunas suena descabellado desde el punto de vista de las necesidades globales que existen. De la misma manera suena disonante que en la misma conversación el presidente Lopez Obrador le solicitara a la vicepresidenta Kamala Harris acelerar la apertura de la frontera entre ambos paises, cuando la ola de pandemia está en ascenso y el sentido común llama a que se apliquen más restricciones en lugar de relajar las medidas. Cuestión de lógica elemental, señor presidente. ¿Usted, qué opina?