Para nadie que acostumbre mirar por lo menos de reojo su entorno social y leer las noticias, puede pasar desapercibido el enorme negocio que implica para algunas constructoras y los gobiernos -las consentidas de las “autoridades” por supuesto- el realizar obras públicas, pues sin importar siguiera si es mediante licitación amañada o asignación directa, encuentran la forma de llevar a cabo lo que puede ser catalogado como un verdadero robo en lo poblado, a plena luz del día…y por la noche también.Los robos en cuestión -¿o serán “simples” errores de cálculo y falta de planeación con cargo al bolsillo del ciudadano?-, nos los podemos encontrar a diario por todos los rumbos de la zona metropolitana, y seguramente en una buena parte del estado. Ante la falta de obras de gran calado (las que existen fueron tarea de las administraciones anteriores), se han dedicado a “construir y destruir para volver a construir jardineras -sin flores y sin árboles-; ciclopistas mal trazadas y muy poco utilizadas, sin faltar los bolardos con los que nos topamos en cada esquina, pero que en lugar de ser de acero y en su caso algunos hidráulicos, estratégicamente ubicados para cuestiones de seguridad, sólo les falta una minucia para que sean de lámina acanalada, eso sí, bien camuflajeados para que parezcan de verdad, pero que al primer recargón de un automóvil, motocicleta, bicicleta o peatón se doblan y quedan inservibles, además de presentar un mal aspecto urbano.Otro de los negocios favoritos tiene que ver con la des habilitación de puentes peatonales, cuyos residuos vaya usted a saber a dónde van a parar (por mera casualidad sé en donde se encuentran algunas partes de ellos), o de plano acaban “en el kilo”, pues se trata de estructuras que en algunos casos pareciera que “las hicieron por kilos”, con rampas que sustituyen el antiguo esquema de escaleras, pero algunas de ellas llegan a medir hasta 300 o 400 metros, lo que da como resultado que muchas personas de la tercera edad no quieran o puedan utilizarlas. La cereza del pastel resulta ser la instalación de pavimento hidráulico, su destrucción y posterior construcción, con los costos millonarios que ello implica, y que difícilmente absorben las constructoras.Ante estas anómalas y desatendidas situaciones, incluso ya denunciadas en las páginas de esta casa editora, cabe preguntarse cuáles son los requisitos para postularse como Contralor (de cualquiera de los tres ámbitos de gobierno), pues aquello de estudios especializados, gozar de un prestigio rimbombante o reconocido comportamiento ético y moral, ni hablar…o no lo cumplen, o prefieren continuar cobrando un salario quincenal -más sus extras, claro está-, y sólo cumplir ordenes “de los de arriba”.¿Será que ellos no tienen llenadera, ni ma…nera de pensar o nosotros somos muy dejados? cuauhtemoc.cisneros.madrid@gmail.com
