¿Será mejor Pemex sin Carlos Romero Deschamps al frente del sindicato? En primera instancia, la respuesta parece fácil y es un enorme SÍ. El depuesto líder encarnaba muchos de los vicios que afectan a la mayor empresa de México: influyentismo, agandalle de los recursos de la empresa en favor de unos cuantos, opacidad, poca colaboración para mejorar significativamente la productividad y caciquismo sindical.Visto el tema con más calma, no se puede dar por sentado que la dimisión/destitución de Carlos Romero Deschamps será el detonador de los cambios que Pemex necesita. Quién quedará en su lugar y cuánto se transformará el sindicato son dos de las cuestiones más relevantes. Muchas cosas cambiarán con un líder honesto o ajeno a las prácticas de corrupción, pero Pemex necesita mucho más que un buen líder sindical: para empezar, una estrategia de negocios que sea clara para detonar la productividad y un sindicato más consciente de la realidad de la empresa. Dispuesto a “renunciar” a algunos de sus privilegios para darle un poco de oxígeno a la petrolera.La petrolera pagó casi 900 mil millones de pesos de contribuciones fiscales en 2018 y sigue siendo la mayor generadora de riqueza de México, pero está en quiebra. Es un hecho que la empresa necesita instrumentar muchas acciones para revivir y es claro que no puede soportar un contrato colectivo tan generoso como el que ha comprometido con su sindicato. Ese contrato garantiza una estabilidad laboral que se paga a precio de oro. En otros tiempos, había dinero con qué pagar ese tributo de gobernabilidad.La relación laboral en Pemex es cara y autodestructiva. Son prestaciones que reflejan una desconexión con la realidad mexicana y con los números de una empresa que pierde un río de dinero cada mes. Los petroleros tienen su propio sistema de salud, a costa de la empresa. Además, reciben un bono de cinco mil 500 pesos por conservar su masa corporal y la mayoría de ellos tiene también el derecho de jubilarse con 100% de su salario. Hay algunos que se retiran antes de cumplir los 55 años de edad y se vuelven prestadores de servicios para la empresa. Cómo justificar esto en un país donde 70% de la población no tiene más pensión que la universal, esto es mil 750 pesos mensuales.¿Por qué el sindicato tiene derecho de hacer negocios millonarios? El sindicato tiene concesiones para operar el transporte de los combustibles, arrendamiento de viviendas cerca de los lugares de trabajo y algunos asociados a la construcción de obras. Por hablar sólo de los negocios lícitos. No es mi intención tratar a los trabajadores de Pemex como si fueran villanos, porque la inmensa mayoría de ellos es honesto. Sólo quiero enfatizar que el cambio necesario para esta empresa va más allá de la remoción de Romero Deschamps.¿Podemos tener un sindicato comprometido con mejorar significativamente la productividad? Un trabajador de Pemex produce, en promedio, una sexta parte de lo que produce un trabajador de la holandesa Shell. En la empresa mexicana, se encuentran los menores niveles de productividad entre las 10 mayores petroleras del mundo. ¿Podrá la dirección de Pemex aprovechar las oportunidades que se abren con la salida de Romero Deschamps y hacer algo para que sea una empresa viva y más parecida a las grandes petroleras?