No es novedad la tirria que desde su fase de Presidente electo Andrés Manuel López Obrador empezó a mostrar contra los Organismos Constitucionales Autónomos (OCA´s) y a todo lo que huela o sea un riesgo de hacerle contrapeso al poder presidencial.Como se recordará, los OCA´s son toda esa serie de instancias que fueron anhelos sociales y producto de muchos años de lucha de mexicanos, aglutinados en grupos plurales de la sociedad civil, para acotar a los poderes públicos y a la clase política y gubernamental por toda una historia de abusos, corrupción, ineficiencias y prepotencias.Para sacudirse la supervisión de esas nuevas aduanas que hacen escrutinio del ejercicio y resultados de la administración pública, y que en esta labor sin duda han incurrido en excesos y despilfarros que deben corregirse, el Presidente ha preferido tomar la ruta de la descalificación total de su trabajo, y ha emprendido desde la mañanera toda una campaña para desprestigiar a estas instituciones afirmando que no sirven para nada y que son sólo invento de los gobiernos neoliberales, corruptos y conservadores para crear burocracias doradas.Bajo esta visión, el Gobierno de la autollamada cuarta transformación llegó y desapareció el Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEE) para acabar con la supervisión de los maestros que tanto molestaba a sus aliados electorales de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), cooptó a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) como lo referí ayer aquí, y empezó a fustigar y a reducir presupuestos a la Cofetel, al Sistema Nacional Anticorrupción, al Inegi, a la CRE y al Coneval, entre otros, pero sin duda, a los que más tenía en la mira era al Instituto Nacional Electoral (INE) y al Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI).Ya vimos cómo primero mandó una iniciativa de reforma electoral con la que pretendía desaparecer al actual INE y que logró parar el bloque opositor en el Congreso, aunque luego insistió con el “Plan B” con el que busca volver a entregar el control de las elecciones al Gobierno, y que ahora enfrenta toda una serie de controversias constitucionales en la Corte.Pues bien, ayer el Presidente retomó la metralla verbal y sus facultades presidenciales contra el INAI, al que las y los legisladores morenistas y sus aliados tenían congelado, al retardar más de un año la elección de dos de sus comisionados.López Obrador aprovechó las pifias de su cada vez más despreciado coordinador en el Senado, Ricardo Monreal, al pactar en un muy desaseado proceso, designar a un morenista cercano a él y que había resultado de los peores evaluados, Rafael Luna, y a Yadira Alarcón, como cuota del PAN, y decidió vetar a ambos, argumentando que la 4T no acepta “enjuages” ni “repartos” entre partidos como se hacía en la época del “PRIAN”, sino que tenían que llegar los mejores.Así, AMLO encontró la cortada perfecta para mantener paralizado al INAI que a partir del 1 de abril se podría quedar con sólo cuatro comisionados, con los que ya no podrá sesionar. Así la 4T tendrá que atender cada vez menos solicitudes de transparencia de los ciudadanos para seguir en la ruta de la vuelta a la opacidad.jbarrera4r@gmail.com