Lunes, 25 de Noviembre 2024

LO ÚLTIMO DE Ideas

Ideas |

Crisis del limón: «Nomás se quedan con las huertas»

Por: Jonathan Lomelí

Crisis del limón: «Nomás se quedan con las huertas»

Crisis del limón: «Nomás se quedan con las huertas»

¿Por qué pagamos hasta 100 pesos por un kilo de limón? Sobre todo cuando el año pasado en cualquier súper de Guadalajara el kilo de limón costaba 15 o 20 pesos.    

No hay una explicación sino muchas. Lo que ocurre con el limón es una tormenta perfecta.

Vamos por partes. 

En lo económico enfrentamos una inflación récord en el país debido a la pandemia. En pocas palabras, tu dinero vale alrededor de 7% menos este año. El fenómeno es global. Estados Unidos, una economía fuertemente ligada a la nuestra, también cerró el 2021 con la inflación más alta en casi dos décadas. 

Pero no es todo. 

Una economía resfriada trae consecuencias en el precio de los insumos como fertilizantes y combustibles, lo que afecta el costo de producción y traslado del limón. 

A esto se suman, por si faltara algo, factores climáticos: las heladas que golpearon los cultivos y su rendimiento por hectárea. Con este escenario adverso, un productor de limón ya necesita cierta vocación de héroe y mártir para resistir los embates del entorno. Pero, ¿puede empeorar el panorama? Lamentablemente, sí. 

El crimen organizado. Desde hace años, productores de limón, sobre todo de Tierra Caliente en Michoacán, han denunciado la imposición de rentas criminales, extorsión y cobro de derecho de piso; si incumplen la cuota, padecen quema de sembradíos, secuestros y desapariciones.

El crimen  evolucionó. Ahora, como parte de su proceso de expansión y diversificación, se apropian de las cadenas productivas de estos llamados commodities (limón, aguacate, acero), base de la economía. Controlan la siembra, cosecha, traslado y comercialización. Exigen tributo. 

En 2016, un estudio académico estimaba que en Michoacán, los Caballeros Templarios cobraban una renta criminal de 60 dólares por hectárea de limón. Hoy en el Estado vecino la disputa territorial se da entre el Cártel Nueva Generación y Cárteles Unidos. 

Para escribir esta columna, consulté a un productor de limón en Michoacán. ¿Qué tan grave es el problema? Su respuesta: «Nomás se quedan con las huertas». 

En municipios michoacanos como Aguililla o Tepalcatepec, hay un creciente abandono de tierras porque los productores son desplazados ante las amenazas y la imposibilidad de pagar un tributo criminal. 

El limón se encareció no sólo porque extorsionen a los productores. Eso ocurre hace años. La novedad, más bien, es que las condiciones económicas han impedido que los bolsillos de los agricultores resistan la presión criminal. 

Con este escenario adverso, casi es un milagro que haya limón, aunque sea caro, en el mercado. 

El gobierno federal debe atender estos focos rojos. Porque existe el riesgo latente de que, una vez que «expriman» las tierras michoacanas, el crimen migre a otros estados (como Jalisco) y amplíen sus tentáculos a otros productos. 

Temas

Lee También

Recibe las últimas noticias en tu e-mail

Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día

Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones