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Cosío Vidaurri y la gestión del agua

Por: Juan Gualberto Limón Macías

Cosío Vidaurri y la gestión del agua

Cosío Vidaurri y la gestión del agua

El reciente fallecimiento del Licenciado Guillermo Cosío Vidaurri, exgobernador del Estado de Jalisco, trae a la memoria avances significativos en materia de agua realizados durante su gestión siendo los más importantes, en relación con la preservación del Lago de Chapala, el abastecimiento de agua a Guadalajara y el saneamiento de la porción jalisciense de la cuenca Lerma-Chapala y Alto Santiago.

Al iniciar 1989 existían problemas importantes en materia de manejo y aprovechamiento que afectaban al recurso: el Lago de Chapala enfrentaba un descenso significativo de almacenamiento, su supervivencia estaba en riesgo, existía un significativo desabasto de agua a la zona metropolitana que hizo necesaria la práctica de tandeos; además, la creciente contaminación de la cuenca Lerma Chapala incidía en el lago, principal fuente de abastecimiento de Guadalajara.

Por el continuado descenso de niveles Chapala pasó de lago lleno al final de la temporada de lluvias de 1978 a un descenso de casi cinco metros tras el estiaje de 1990. El origen del problema, más que disminución de lluvias, era el aumento en la capacidad de almacenamiento en las presas de la cuenca del Lerma y la falta de reglas claras y equitativas en la distribución del agua. Los planteamientos de Jalisco ante la Federación, dieron lugar a la firma, en abril de 1989, de un acuerdo de buenas intenciones para revisar las reglas de distribución y la implementación de un programa de saneamiento en la cuenca. En este acuerdo participaron, además del gobierno federal, todos los Estados de la cuenca: Estado de México, Querétaro, Guanajuato, Michoacán y Jalisco. Por primera vez se sentaban juntos a resolver un problema común que era el agua de la cuenca, vital para el desarrollo económico, el bienestar de la población y el medio ambiente.

CORTESÍA

Para mala suerte, el temporal de lluvias de 1989 fue abajo del promedio, la recuperación del lago y las presas escasa. Aunque visto en retrospectiva, fue buena suerte, una lección para manejar con más cuidado la escasa agua disponible. El Estado de Jalisco no quitaba el dedo del renglón, debía existir un instrumento claro, objetivo, integral de la cuenca, técnicamente sustentado para el reparto de agua, dado que el Lago de Chapala recibía solamente los sobrantes después de que en cada sub-cuenca había “autoservicio”, tomaban lo que podían. Paralelamente la autoridad federal en materia de agua, la Comisión Nacional del Agua (entonces CNA hoy CONAGUA) desarrolló procedimientos para el reparto de agua que tenían complejidad técnica, pero sobre todo dificultad de implementación. Fue en agosto de 1991, un año bastante húmedo por cierto, que permitió cerca de 3 metros de recuperación del nivel del lago, cuando se firmó el Acuerdo de Disponibilidad, Distribución y Uso del Agua en la Cuenca Lerma-Chapala, que fijó las bases para la distribución, principalmente en función de dos parámetros principales: uno, la disponibilidad de agua a nivel cuenca, y otro, el nivel del Lago de Chapala. Este acuerdo fue un avance significativo; perfeccionado en 2004, vigente a la fecha, ha sido fundamental para la supervivencia del lago. Si bien esto fue un logro de la Federación y los Estados, quien llevaba la punta de lanza fue Jalisco.

Otro aspecto muy importante fue la construcción del Sistema Presa Calderón-Guadalajara que aporta 1.5-2 metros cúbicos por segundo y satisface las necesidades de cerca de 600 mil habitantes dando como resultado desaparecer los tandeos y que se llevara agua a cientos de miles de habitantes que carecían de un sistema regular de abastecimiento.

Otro avance principal fue el programa de saneamiento del lago de Chapala y poblaciones del Alto Santiago, base para que a nivel cuenca Lerma la Federación y los demás Estados se comprometieran a un programa muy ambicioso. Jalisco en un año rehabilitó, terminó de construir y construyó plantas que en total sumaron 16.

Si bien estos avances fueron fruto del esfuerzo de múltiples personas, Guillermo Cosío Vidaurri mostró su liderazgo y supo aglutinar los puntos de vista de la sociedad y de técnicos para sacar adelante estos proyectos. Eran temas prioritarios para el Estado y Cosío Vidaurri tuvo la determinación e insistencia para avanzar significativamente en su solución. En la actualidad el gobierno y la sociedad jalisciense tenemos importantes retos en materia de agua, si estamos unidos y perseveramos podremos resolverlos.

*El Doctor Juan Gualberto Limón es Consultor Ambiental.

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