Josué ha reportado una fuga de agua desde el domingo en una caja de válvulas del SIAPA en la colonia La Periquera, en Zapopan. Pero todo sigue igual: «En el Siapatel sí me desesperan». Al mismo tiempo, un número indeterminado de colonias en la Ciudad padece cortes de agua tras los trabajos de mantenimiento de Semana Santa. Otra vez desperdiciamos el agua que no tenemos. El problema tiene dos aristas. Primero: la crisis de eficiencia operativa del SIAPA y su aparente despreocupación ante su incapacidad. Segundo: la omisión sistemática para socializar las afectaciones con un buen plan de comunicación. Anticipar, comunicar y responder a tiempo reduce el impacto y descontento ante las deficiencias en el servicio. En otras palabras, el reciente corte de agua del SIAPA en la ZMG quizá está técnicamente justificado, pero muy mal ejecutado y peor comunicado. El SIAPA avisó sólo un día antes, el miércoles 13 de abril, sobre los trabajos de mantenimiento (antes lo hacía con una semana de anticipación). También informó que el servicio sería «intermitente» en colonias del sistema de Abasto Chapala-Guadalajara. ¿Quién diablos sabe a qué sistema pertenece su colonia? Ahí no acaban las fallas. El comunicado más reciente en la página del Siapa corresponde a febrero (!). Las seis comunicaciones sobre el tema las difundió el Gobierno de Jalisco (incluidos un par de copy & paste). Sin embargo, se centran mayormente en informar la inversión y explicar aspectos técnicos con terminajos como «presurización» y otros por el estilo. El acento en el servicio quedó de lado. Por si fuera poco, las últimas publicaciones en redes de Carlos Enrique Torres Lugo, titular del SIAPA, y Jorge Gastón González, Secretario Integral de Gestión del Agua, son del viernes 15 de abril. Este ha sido el plan comunicacional cuando desde hace cuatro días se multiplicaron los reportes y quejas de vecinos por el desabasto de agua sobre todo en el Sur de la metrópoli. Sin un listado de colonias afectadas, sin una socialización en redes y medios tradicionales, el ciudadano promedio ignora que este martes debía restablecerse el servicio en todas las colonias. Finalmente, la crisis operativa se refleja en las fugas que duran días como la reportada por Josué. En la turbidez (creo que nunca había escrito esta palabra) del agua, en el líquido fuera de norma, en las pérdidas de la red obsoleta que desperdicia tres de cada 10 litros distribuidos. En la falta de personal, presupuesto y exceso de burocracia. Lo que en otros años fue una labor rutinaria de mantenimiento, la actual gestión del SIAPA lo convirtió en una crisis de desabasto que nos recordó los peores momentos del año pasado.